martes, 18 de agosto de 2009

¿A quién le hacemos caso?

Por Polimnia Romana
18 de Agosto, 2009 - 00:00
Agustín Carstens ya reconoció que las finanzas públicas atraviesan por el shock más grande de los últimos 30 años, pero Calderón, instalado fuera de la realidad, sigue repitiendo en el extranjero que tenemos finanzas públicas sólidas y una de las economías más fuertes de Latinoamérica, por eso va a iniciar una relación más estrecha con Brasil, especialmente en el tema energético.

¿Será por eso que lo alcanzaron en Río de Janeiro, Beatriz Paredes (PRI), Jorge Emilio González (PVEM), y Jorge Kahwagi (PANAL), con los que obtendría la mayoría en la Cámara para echar a andar nuevamente la privatización del petróleo?

La experiencia nos ayuda a clarificar las cosas, a presentir las verdaderas intenciones de los que manejan los hilos de la política económica que nos ha llevado a este desastre generalizado. La mayoría de la gente padece los estragos de esta crisis y le resulta imposible creer que las cosas pueden cambiar desde las alturas, desde los astros como declaró Fox.

Esperamos más golpes duros contra la población para mantener los ya insostenibles privilegios de la clase política sin clase, de los altos funcionarios, ineptos y corruptos, y de los grandes empresarios que se coluden con ellos.

Por eso es necesario que la ciudadanía se organice y se decida a participar en las acciones pacíficas que pueden llevarnos a un cambio real.

Tenemos que evitar a toda costa que las medidas para la supuesta recuperación económica sigan siendo las que más afectan a la población: más recaudación a contribuyentes menores, impuestos a medicinas y alimentos, alza en tarifas de luz, en gasolinas y diesel, reducción al presupuesto de programas sociales, entrega de la industria petrolera a particulares, etc, etc, etc.

Que nuestra apatía no nos haga merecedores de esta terrible realidad. Es un paso adelante estar en desacuerdo, conocer a los verdaderos responsables de la crisis económica, social y de seguridad, pero sólo actuando en verdadero desacuerdo es como haremos que las cosas cambien.

Hay un gran Movimiento Nacional que puede dar la gran sorpresa si lo fortalecemos y lo hacemos crecer con compromiso y decisión antes del 2012.

En nuestras manos está evitar una nueva imposición, y rescatar a México.

Pero hay que empezar hoy mismo, reflexionando a quién le podemos creer y a quién no.

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