Los dirigentes actuales del Partido de la Revolución Democrática tendrán que tomar en cuenta el claro mensaje que los mexiquenses les enviaron en los mítines que realizó esta semana Andrés Manuel López Obrador en el Estado de México.
Los militantes NO QUIEREN ALIANZAS CON EL PAN. Y no es precisamente por el temor de Enrique Peña Nieto a perder la gubernatura, quien ya lanzó su ley antialianzas para allanarle el camino a su candidato, sino porque las bases del partido tienen memoria y no olvidan que el PAN, con la ayuda del PRI, se robó la Presidencia en 2006.
La gente está harta de los traidores. Identifica perfectamente a los políticos que sólo buscan el poder para enriquecerse, conservar privilegios y mantenerse impunes mientras la pobreza, el desempleo, la violencia y la inseguridad aumentan de manera alarmante. La usurpación del poder, además del retroceso democrático que implicó, ha traído al país mucha sangre, nulo crecimiento económico y aumento exagerado de la deuda pública.
Nos quedamos sin refinerías y de no ser por la gran movilización que encabezó Andrés Manuel López Obrador, se hubiera consumado la privatización de la industria petrolera. La gente ya sabe que PRI y PAN representan los intereses de unos cuantos y que jamás han velado por el bienestar del pueblo. ¿Por qué tendríamos que creer que ahora sí lo harán?
Es imposible juntar el aceite con el agua. Si los dirigentes perredistas insisten en aliarse a cualquiera de los partidos de la derecha, aunque ganen elecciones estarán perdiendo. Y al contrario, si las fuerzas de la izquierda nos unimos, vamos a salir ganando, aunque nos hicieran fraude, porque cada día que pasa hay más conciencia, organización y participación de grandes sectores de la población rumbo al cambio verdadero que le urge al país.
Sé que los medios de comunicación no reportarán, de ninguna manera, las multitudes que reunió Andrés Manuel López Obrador en el Estado de México esta semana, pero yo se los digo, fueron miles en cada mitin:
hombres, mujeres, ancianos y jóvenes que siguen apoyado a nuestro líder moral, y lo más importante, que están dispuestos a participar de manera activa promoviendo y cuidando el voto a favor del candidato que surja de las fuerzas progresistas. Nada ganamos con triunfos compartidos con el PAN o con el PRI.Ojala lo entiendan los chuchos, Camacho y compañía.¡ES UN HONOR LUCHAR CON OBRADOR!
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