miércoles, 29 de septiembre de 2010

Serpientes y Escaleras | Salvador García Soto ¿Habrá un “Santos” mexicano?


Lo dicen dentro y fuera de Los Pinos: el presidente Calderón ya decidió hacer de la seguridad y el combate al narcotráfico, no sólo tema dominante y principal línea de su administración; la guerra calderonista contra las drogas se extenderá para convertirse también en la principal bandera de campaña del panismo en 2012, con miras a plantearle al electorado una “necesaria continuidad” si se quiere terminar con el proceso iniciado por Calderón para someter al crimen organizado.
Sería una versión mexicanizada del “modelo Uribe” en Colombia, con el que el ex presidente de ese país, Álvaro Uribe, tras fracasar en el intento por una segunda reelección, optó por impulsar a su principal responsable del combate a las drogas, el actual presidente, Juan Manuel Santos, quien con la oferta de continuidad de la política de seguridad uribista arrasó al opositor Antanas Mockus.
Algo así sería la apuesta de Felipe Calderón para 2012: “o votan por el candidato que les garantiza la continuidad de esta guerra y su terminación o el crimen volverá a enseñorearse en el país”, sería el mensaje que buscaría mandar el Presidente en su propia sucesión. Una versión sofisticada del “voto del miedo” que promovieron y les funcionó a los priístas en las presidenciales de 1994.
El único y mayúsculo problema de Felipe Calderón y el PAN para replicar el “modelo Uribe” en los comicios presidenciales es que no tienen —al menos hasta ahora y visiblemente— a un “Santos” mexicano; un candidato con el perfil de ser un hombre “de mano dura y de experiencia probada” para presentarlo como el “continuador” y el “terminador” de la guerra iniciada en este sexenio.
Porque nadie pensaría en Genaro García Luna como candidato, ¿o sí? Tampoco se ve a José Francisco Blake como opción real y de los tres panistas que en las cúpulas blanquiazules ven como los tres prospectos más viables, Ernesto Cordero, Alonso Lujambio y Heriberto Félix, en ese orden, ninguno francamente encajaría en el perfil de un “Santos” para el 2012. ¿Entonces quién?
NOTAS INDISCRETAS…
“Manuel Espino Barrientos violó varios preceptos estatutarios del PAN (artículo 16) y cometió actos de deslealtad al Partido, de indisciplina, ataque de palabra a distintas dirigencias, entre otras”, es la conclusión con base en la cual el CEN panista solicita formalmente la “expulsión inmediata” del ex líder nacional del blanquiazul. En una copia del dictamen oficial, en poder de esta columna, acusan a Espino de haber contribuido a las derrotas del PAN en Durango y en Veracruz, además de afectar y dividir al panismo en Sinaloa y el Estado de México. Citando tesis de jurispridencia del Tribunal Electoral Federal, el secretario general panista, José González Morfín, señala que Espino “abusó de su derecho a la libertad de expresión” y buscó un daño directo a la institución al generar una percepción de división interna y llamar a miembros del partido a no cumplir objetivos internos y a promover el voto a favor de candidatos de otros partidos. En el dictamen de expulsión se califican las faltas de Manuel Espino como “de gravedad mayor” y “de conducta reiterada”, y el CEN pide imponer “una sanción ejemplar para otros militantes” que violenten las normas y que se inicia “la aplicación de sanción consistente en EXPULSIÓN para el miembro activo Manuel de Jesús Espino Barrientos”, y se fije fecha para la audiencia estatutaria… Los dados mandan Escalera. Subimos.

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