sábado, 25 de septiembre de 2010

Si el PRI retorna al poder no tendrá control absoluto: Vargas Llosa


Los gobiernos de América Latina han sido ineficaces y corruptos, señala el escritor peruano
Las costumbres democráticas en el país apenas comienzan a echar raíces, afirma

El autor de La fiesta del chivo consideró que en México aún quedan intolerancias de las dictadurasFoto Carlos Cisneros
Mónica Mateos-Vega

Periódico La Jornada
Sábado 25 de septiembre de 2010, p. 2
No deseo que el PRI vuelva al poder en México, pero tengo la convicción de que, si sucede, no podrá ser el mismo, no tendrá el control absoluto, pues dudo que los mexicanos permitan otra vez esa manipulación de la vida pública de todo un país por un partido único, afirmó el escritor Mario Vargas Llosa en entrevista con La Jornada.

Agregó que las costumbres democráticas en el país “apenas comienzan a echar raíces; la democracia va a tomar tiempo, pues se salió de 70 años de un gobierno dictatorial, que guardaba ciertas formas, sí, pero era una dictadura que controlaba el poder y que incluso no vacilaba en recurrir a represiones brutales cuando hacía falta.

“Esa es una tradición muy fuerte que pesa sobre la sociedad mexicana. Hay un cambio muy grande, porque hoy México es una sociedad abierta donde el derecho de crítica se ejerce de manera muy visible, pero todavía quedan esas intolerancias que las dictaduras suelen producir y que crispan mucho el debate político.

Con todo, creo que México ha progresado mucho desde los tiempos de la dictadura perfecta que, felizmente, no lo era tanto.

Recién distinguido con el doctorado honoris causa que le otorgó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el autor de La fiesta del chivo dice que ve al mundo de una manera menos pesimista que muchas personas: Creo que en América Latina las dictaduras que aún tenemos están en un proceso de extinción, ahí está el caso de Cuba.

El escritor peruano, naturalizado español, consideró que la violencia que acompaña al narcotráfico es terrible, cruel, sádica, que lo deja a uno paralizado de espanto. Pero hay que dar una batalla que hay que ganar, no se puede perder. Si México la pierde, es una batalla que América Latina va a tener que librar, porque el narcotráfico es una industria criminal que ha aprovechado la globalización mejor que nadie, tiene un sistema trasnacional con una capacidad para descentralizar y movilizar sus distintas operaciones en el continente. La violencia que vive México la vamos a empezar a vivir el resto de Latinoamérica si esto no se frena aquí.

–El lingüista Noam Chomsky, quien también fue investido con el doctorado honoris causa por la UNAM, dijo hace unos días que el imperio de las trasnacionales le ha hecho más daño a América Latina (AL), incluso que la conquista y la colonización. ¿Cuál es su punto de vista al respecto?

–Chomsky tiene una visión marxista romántica de América Latina. En muchas cosas respeto sus opiniones, por ejemplo la posición que tiene, justa y valiente, sobre el problema palestino-israelí. Pero él tiene una visión tan terriblemente crítica sobre su país, Estados Unidos, que cree, como creían los marxistas hace 30 o 40 años que todo el mal viene de las compañías estadunidenses, de las grandes corporaciones.

“Pensar que las grandes corporaciones son más dañinas que los grandes genocidios que vinieron a América Latina con la conquista, o que los grandes empresarios estadunidenses son más dañinos para el mundo que el Gulag en Rusia o lo que fue la revolución cultural en China, no. Es una visión profundamente distorsionada de la realidad.

“Lo cual no quiere decir que las trasnacionales no hayan hecho daño. Lo han hecho en países donde no hay ley, en donde los gobernantes en turno, que por lo general eran dictadorzuelos militares corrompidos, permitían a las compañías explotar de una manera inicua los recursos naturales.

“¿Por qué una trasnacional en Inglaterra o Francia cumple con la ley? Porque hay gobiernos que hacen respetar sus leyes. Pero si una compañía actúa en un país donde el gobernante lo primero que hace es pedir coimas, pues las empresas van a aprovechar y a introducir ventajas en su trabajo que no se atreverían a hacer en otros países. Esa es la gran diferencia.

“En América Latina nos ha hecho muchísimo daño tratar de exonerarnos a nosotros mismos de toda forma de responsabilidad con nuestro fracaso económico y político. Eso es malo. La primera actitud para salir adelante es reconocer que nosotros somos los grandes responsables de lo que nos ha ocurrido.

Hemos tenido gobiernos absolutamente ineficientes, absolutamente corrompidos y hemos creado condiciones para la explotación, para que se perpetraran injusticias terribles y para que las compañías extranjeras tuvieran políticas reprobables. ¿Dónde está la responsabilidad principal? En nuestros gobiernos.

Con respecto a Cuba, Vargas Llosa asegura que su régimen político está dando “las últimas boqueadas.

“Tengo la esperanza de que esta dictadura desaparezca –explica– y se vaya transformando en un proceso de democratización, pacíficamente. Hay una serie de indicios que así lo indican. Por otra parte, el caso de Venezuela es muy interesante: Hugo Chávez ha intentado instalar una dictadura y no ha podido, porque hay en su país una resistencia plural, tanto de derecha como de izquierda, hay una militancia que no permite que avance ese control del país. Es muy alentador.”

El narrador reitera, como lo ha dicho en diversos países, que la única manera de acabar con la delincuencia asociada al narcotráfico es descriminalizar el consumo de drogas.

Afortunadamente es una idea que va ganando terreno poco a poco. Hay que empezar a invertir esos enormes recursos que hoy se emplean en la represión en campañas de información, curación y reintegración a la sociedad de los adictos, en la despenalización. Tendrá que haber un acuerdo entre países productores y consumidores, porque se ha visto que las políticas puramente represivas no dan resultado.

Mario Vargas Llosa confirmó que durante los primeros días de noviembre saldrá a la venta su nueva novela El sueño del celta, en la que ha estado trabajando los recientes tres años.

Se trata de una historia que describirá todas las atrocidades que se cometían a fines del siglo XIX en las comunidades indígenas que trabajaban en la producción del caucho en el Congo y la Amazonia, donde probablemente se cometió, por esas razones, el primer genocidio del siglo XX, se calcula que desaparecieron hasta 10 millones de personas a consecuencia de una explotación criminal.

–Se acerca la época del anuncio de los ganadores de los premios Nobel. Usted siempre está en la terna de los candidatos al de Literatura. ¿Le quita el sueño cada año esta situación?

–No, en lo absoluto. Tengo la suerte de haber recibido muchos premios, y me acaban de avisar que me dieron el Alfonso Reyes, de quien soy un gran admirador. Yo con eso estoy encantadísimo.

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