viernes, 24 de septiembre de 2010

TRASCENDIO

Que el presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, solicitó más vigilancia en las inmediaciones del Palacio de San Lázaro, pero no para cazar legisladores bajo sospecha, porque ya se vio que se les cuelan, sino para evitar asaltos como el que padeció la priista Susana Hurtado Vallejo en la avenida Congreso de la Unión.

Lo peor del robo es que ocurrió en medio del fallido cerco de la Policía Federal, que llevaba tres días venadeando a Julio César Godoy Toscano, quien ayer estrenó su fuero pendejeando a la PGR… y viajando a su natal Michoacán.

Que la minibancada de Nueva Alianza, por cierto, redujo su representación de nueve a ocho integrantes tras la renuncia de Jaime Arturo Vázquez, quien se negó a dejar su curul cuando así se lo ordenó la maestra Elba Esther Gordillo, y por ello fue dado de baja de todas las comisiones a las que pertenecía.

Salió respondón el pupilo.

Que el gran ausente en los festejos de los 100 años de la UNAM fue el notable egresado de la carrera de ingeniería Carlos Slim, quien dejó vacía su silla en la sesión solemne, en el concierto en la sala Nezahualcóyotl y en la entrega de los doctorados honoris causa.

Que mientras el fundador del PRD Cuauhtémoc Cárdenas dice que hay 80 millones de potenciales precandidatos de la izquierda para 2012, Andrés Manuel López Obrador sigue su librito sin distracciones.

Antes de arrancar su gira por el Estado de México, ayer, emplazó al petista Alberto Anaya a definir claramente su postura de rechazo a la eventual alianza con el PAN en los comicios estatales de 2011.

Y como pasó en las elecciones de Durango, Hidalgo, Sinaloa y Puebla, el PT salió a marcar distancia de los acuerdos entre perredistas y panistas. Como debe ser, pues.

Que la Secretaría de Relaciones Exteriores, que encabeza Patricia Espinosa, cuenta ya con los registros de ADN de los 72 migrantes ejecutados en San Fernando, Tamaulipas, encontrados el 25 de agosto pasado.

Con ello se ha logrado la identificación plena de más de 50 por ciento de las víctimas, pero la conclusión todavía llevará tiempo, entre otras razones, por la complejidad de encontrar a deudos para hacer pruebas comparativas.

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