Según la Real Academia de la Lengua, la izquierda es el conjunto de personas que profesan ideas reformistas o, en general, no conservadoras.
Existen varios tipos de izquierda. Tenemos tanto a las corrientes populistas, nacional-populistas y neo-populistas, como a las de izquierda clásica, comunismo, socialismo o la socialdemocracia.
Lo común a todas las definiciones es que buscan la igualdad social y que el poder lo ejerza el pueblo para lograr la equidad socioeconómica.
También están las nuevas izquierdas, no las que le dan las nalgas a la derecha (Chuchos, Ebrard y Cia.), sino las que se reconocen en el ambientalismo, el pacifismo, el liberalismo sexual, el laicismo radical, etcétera.
La igualdad, la justicia, el respeto a los derechos humanos, el indigenismo, la pluralidad, la tolerancia, la biodiversidad, la libertad de expresión, etcétera, son temas insoslayables e incluyentes dentro de la ideología de izquierda que el país necesita.
Como vemos, la amplia gama de izquierdas hace casi imposible que haya un consenso único entre ellas, debido a la diversidad de aspectos que abarca cada una de éstas, pero no es imposible lograr la unidad de las izquierdas si anteponemos el bien colectivo sobre el bien común.
Ahora bien, para mí, la izquierda es la ideología o corriente de pensamiento que debe estar encaminada a lograr la justicia, igualdad y equidad socioeconómica del pueblo -entendiendo a éste como el conjunto de ciudadanos que habitan un territorio determinado- respetando las libertades individuales, siempre y cuando no se contrapongan al bienestar común.
La izquierda que México necesita es aquella que tenga como fin la libertad, la justicia, la igualdad, el respeto a los derechos humanos, la educación, la cultura, la distribución equitativa de la riqueza, la aplicación expedita de la ley, la libertad de expresión, la participación ciudadana, mediante las figuras jurídicas de la consulta, el plebiscito, el referéndum, la revocación de mandato y el juicio político; la conservación de los recursos naturales y el respeto a las comunidades indígenas.
Los mexicanos ya no estamos para conformarnos con migajas de justicia, igualdad y equidad socioeconómica. Llevamos casi 5 siglos oprimidos, explotados, reprimidos, saqueados, burlados y en total decadencia. Es tiempo de unir esfuerzos y conjuntar ideas, proyectos, acciones, etcétera, para lograr la transformación del país en su conjunto.
No más parásitos que se enriquezcan en los puestos públicos o traficando influencias para beneficio propio.
Necesitamos una izquierda que haga justicia para todos y fortalezca los valores del respeto, la tolerancia, la responsabilidad, la honestidad, el amor y cuyo fin último sea el bienestar para todos.
Cuando todas las corrientes de izquierda entiendan que no son contrarias una de la otra, sino complementarias, ese día lograremos iniciar el camino hacia la libertad. Les hago el llamado de unidad a las bases que integran a esas diferentes izquierdas, no a sus líderes, ya que cada uno de ellos tiene sus propios intereses.
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