Según el Banco Mundial, México se encuentra ante una oleada de violencia sin precedentes debido al trasiego de drogas, al tráfico de migrantes y de armamento, así como a la desigualdad, a la falta de oportunidades y a la violación permanente a los derechos humanos. Por ello emitió recomendaciones que apuntan más a MEJORAR LAS CONDICIONES DE VIDA DE LA POBLACIÓN que al uso de la violencia legítima por el Estado.
Se supone que con ese objetivo el Banco Mundial ha ofrecido préstamos millonarios al gobierno federal, pero no hay mejoras en el terreno social porque el dinero se destina a las fuerzas armadas y de seguridad.
El día de ayer, Carlos Fernández Vega escribió en su columna:
“Cómo estará el horno, que hasta el Banco Mundial, tradicional “aliado” de los gobiernos neoliberales, contradice la versión oficial del inquilino de Los Pinos y la pone como palo de perico”.
Los únicos que no quieren entender la gravedad del problema son Calderón y los medios de comunicación que no se atreven a reconocer que vamos por el camino equivocado. También son responsables los legisladores prianistas que aprueban medidas antipopulares, como el aumento de impuestos, de tarifas a los energéticos y a los servicios. Son responsables quienes apoyan la estrategia equivocada que ha seguido el gobierno federal para combatir el crimen organizado con instituciones desorganizadas y corruptas.
No hay camino más seguro para detener la violencia que revertir la descomposición social originada por la marginación, la falta de estudio para los jóvenes, la falta de empleo y la pobreza extrema.
En su informe, el Banco Mundial dice que un episodio importante de violencia, a diferencia de los desastres naturales o los ciclos económicos, puede borrar toda una generación de progreso y desarrollo. Por eso recomienda la implantación de planes básicos de creación de empleo, lo que incluye obras públicas en gran escala, eliminación de cuellos de botella en la construcción de infraestructura y ampliación del acceso a formación profesional, financiamiento y experiencia de trabajo.
Esto último es terrible: BORRAR TODA UNA GENERACIÓN DE PROGRESO Y DESARROLLO.
Nuestros jóvenes están siendo borrados y desaparecidos. Los crímenes contra ellos cometidos no sólo están en los asesinatos arteros, también son criminales el abandono y la injusticia que les niega un futuro, a ellos y a nosotros como nación.
¡Sí hay salida! El Proyecto Alternativo de Nación que presentó el mes pasado Andrés Manuel López Obrador en el Auditorio Nacional contempla lo que hoy recomienda el Banco Mundial, y más.
Por el futuro de las nuevas generaciones tenemos que actuar ahora y combatir la violencia de una manera más inteligente y menos costosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario