miércoles, 20 de abril de 2011

México SA-- Recuperación de bostezo-- Desaceleración sostenida-- Calderón al Vaticano (erario paga)-- Carlos Fernández-Vega

Transcurren las semanas, crece el número de discursos, y la tan promovida sólida recuperación económica (la versión calderonista del tren bala) brilla por su ausencia. En el mejor de los casos, y con muy buena fe, se observaría un comportamiento pian pianito –léase estancamiento– que no alcanza a cubrir lo elemental ni, en muchos casos, retomar siquiera los indicadores previos al estallido oficial de la crisis. El motor interno se mantiene fuera de servicio, y al externo le salen chispas por doquier. Así, a tres meses de iniciado el año, la lentitud económica es la norma y, por lo visto, así se mantendrá, de bostezo.

Más allá de la residencia oficial, donde todo es color de rosa, en otras latitudes se mantiene el escepticismo sobre el comportamiento económico nacional. En la Cámara de Diputados, por ejemplo, advierten que los resultados de los indicadores del desempeño al primer trimestre del año dados a conocer hasta ahora permiten señalar que México se enfrenta a dos retos fundamentales: primero, revertir la desaceleración en su ritmo de crecimiento, medido por los cambios en la actividad industrial, cuyo aumento fue menor en 1.5 puntos porcentuales entre febrero y enero de este año y, segundo, revertir la percepción del consumidor mediante el fortalecimiento de la demanda interna, ya que el índice de confianza del consumidor revela una apreciación pesimista a corto plazo.

Ante este panorama, el sistema bancario deberá poner a prueba su fortaleza y solvencia ante cualquier escenario que ponga en riesgo la estabilidad económica nacional, reflejando su estabilidad con mayor disponibilidad de financiamiento a costos razonables para las familias y las empresas. Al mismo tiempo hay que mantener la cautela en la interpretación de los indicadores dado el contraste que presenta el escenario internacional, en particular los relativos a las expectativas de lento crecimiento e inestabilidad financiera, especialmente de los países europeos, que se han reforzado tanto por las presiones inflacionarias generadas por el aumento de los precios del petróleo y de otras materias primas como la ocurrencia de desastres naturales y de conflictos energéticos en el mundo, retrasando la recuperación económica mundial tras la crisis de 2009.

Para el caso mexicano, anota la Cámara de Diputados, la actividad industrial en febrero avanzó 5.2 por ciento respecto al mismo mes de 2010, con lo que desacelera su ritmo de crecimiento a tasa anual, después de que en enero aumentó a una tasa anual de 6.7 por ciento. Por sector de actividad, la producción manufacturera subió 7.3 por ciento; la industria de la construcción, 4.5; la electricidad, agua y suministro de gas por ductos al consumidor final avanzó 9.9; mientras la minería tuvo una caída de 2.4 por ciento debido a una reducción de 5.2 por ciento de la producción no petrolera y de 1.7 por ciento de la petrolera. En cifras desestacionalizadas, el total de la producción industrial mostró una disminución de 0.36 por ciento en febrero de 2011 con respecto a enero; mientras por sector de actividad económica, la construcción y la minería descendieron 1.42 y 0.41 por ciento, respectivamente. En tanto, la electricidad, agua y suministro de gas por ductos al consumidor final aumentó 2.26 por ciento, y las industrias manufactureras se mantuvieron sin cambio.

Si bien en el mes anterior la actividad industrial mostró una mejoría, en términos generales, con tasas más robustas para las manufacturas y la construcción, en febrero se observa una desaceleración en su ritmo de crecimiento, tanto en la medición mensual desestacionalizada como en comparación a tasas anuales. En relación con las manufacturas, el desempeño actual se puede explicar por el mayor dinamismo de las exportaciones vinculadas a la producción estadunidense. El dinamismo de la producción de Estados Unidos influye en la actividad industrial nacional, como se hizo de modo más evidente durante la crisis de 2009, también se observa una tendencia moderada en el comportamiento del productor, por lo que habría de esperar que continúen observándose tasas de crecimiento moderadas en el primer trimestre del año.

La inversión productiva se ve afectada por la evolución del crecimiento económico; si bien el sector privado ha ajustado al alza sus expectativas de crecimiento económico (de 4.1 a 4.25 por ciento para 2011, y de 4.03 a 4.07 para 2012), éstas aún se ubican por debajo del observado en 2010 (5.5 por ciento). Además, los principales factores que podrían limitar el ritmo de la actividad económica, de acuerdo con el sector privado, son: problemas de inseguridad pública, ausencia de cambios estructurales en México, incertidumbre sobre la situación financiera internacional, debilidad del mercado externo y de la economía mundial, inestabilidad política internacional, el precio de exportación del petróleo, la debilidad del mercado interno y el umento en los precios de los insumos y las materias primas.

La creación de empleos ha sido baja: a marzo se habían registrado en el IMSS 366 mil 515 trabajadores más desde octubre de 2008, cuando se observó su nivel más alto, y de ellos sólo 40.34 por ciento fueron empleos permanentes, mientras 59.66 por ciento fueron eventuales. En tanto, en febrero de 2011 la tasa de desocupación, bajo cifras ajustadas por estacionalidad, fue de 5.28 por ciento de la población económicamente activa, mayor a la observada en enero (5.21 por ciento). Así, la tasa oficial de desocupación aún se encuentra por arriba de la observada antes del periodo de crisis.

Por su parte, el salario medio real de cotización al IMSS presenta 27 meses perdiendo poder de compra; en enero de 2011 cayó 0.26 por ciento con relación a igual mes de 2010; en todo 2010 cayó 1.09 por ciento con relación a 2009, lo que implicó su segundo año de retroceso consecutivo. Además, el crédito al consumo de la banca comercial presentó, en febrero de 2011, un incremento real de 3.85 por ciento con relación a igual mes de 2010, su segunda variación positiva después de que exhibió 26 meses de bajas consecutivas; a pesar de ello, el saldo del monto real del crédito al consumo se ubicó 26.50 por ciento por debajo de su máximo observado en junio de 2008.

Las rebanadas del pastel

Alegraos, causantes cautivos, que nuestros impuestos están trabajando. En el mes de las declaraciones fiscales se hace público que el santurrón de Los Pinos una vez más pasará la factura a los mexicanos, y con recursos del erario viajará gratis al Vaticano para inclinarse ante el Papa, pedirle un milagrito y aplaudir la beatificación de un protector de pederastas. Qué bueno que el próximo mundial de futbol es en 2014.

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