Se ha informado que Televisa, la empresa de Emilio Azcárraga Jean, ha adquirido Iusacell, la compañía de teléfonos celulares de Ricardo Salinas Pliego, quien también preside TV Azteca. De algo les servirá esa transacción a los dos empresarios citados que, actualmente, pelean casi a muerte con Carlos Slim Helú.
Hace unos cuatro meses el columnista Miguel Ángel Granados Chapa anunció esa operación. Tanto Azcárraga Jean como Salinas Pliego rechazaron que fuera cierto. Aunque evidentemente mintieron (hoy se prueba que Granados Chapa estaba en lo cierto), actuaron con tan cínica seriedad que obligaron al columnista de Reforma, El Norte y Mural a disculparse.
Granados Chapa, honorable siempre, no pensó en la posibilidad de que mintieran Emilio Azcárraga y Ricardo Salinas al negar una verdad. De ahí que el columnista, con humildad, se disculpó.
Y no, no estamos hablando de la paradoja del cretense, en la que todos mienten solo para complicar la vida de los filósofos y los matemáticos. De lo que aquí se trata es de dos expertos en el arte de engañar, precisamente los dos hombres que controlan las mayores fábricas de falsedades que hay en México.
No contentos con mentir, Azcárraga Jean y Salinas Pliego permitieron y tal vez ordenaron a uno de sus voceros, el director editorial de Milenio, Carlos Marín, salir a burlarse de Granados Chapa.
“Otra gran volada de Granados”, dijo Marín. Y dijo más: que Miguel Ángel Granados Chapa actuó con “temeridad” solo “explicable en reporteros bisoños” al “pisar el terreno que menos conoce, el de la información”. Y, no conforme con eso, el directivo de Milenio dijo de Granados Chapa que es un “plumaflojo” y “timador contumaz” dado a las “insidias” producto de su “magín” convencido “de que idea mata datos precisos, concisos y macizos”.
Supongo que no debemos esperar que un tipo sin dignidad como Carlos Marín se disculpe. ¿O todavía existen los milagros?
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