Para Alejandro, Nelson, Isabel
John M. Ackerman escribió este párrafo ayer en La Jornada: “Ahora sí erraron el blanco. No es lo mismo haber matado al hijo de Javier Sicilia que a los de Alejandro Martí, Nelson Vargas o Isabel Miranda de Wallace. Si bien ellos llegaron a ser importantes voces ciudadanas de repudio a la inefectividad gubernamental, hoy ya no insisten en la renuncia de los que ‘no pueden’, sino se dedican a recibir premios y respaldar la totalitaria Iniciativa México en su campaña por ‘mover las conciencias’ de los mexicanos”.
El resto del texto es un tejido de lugares comunes del, cada vez más fútil para el entendimiento, discurso de la lucha entre el pueblo bueno y la siniestra conspiración de las fuerzas corruptoras. Lógico, pues, que la frase final sea un panfletario: “Ha llegado la hora de la construcción de una verdadera fuerza social, crítica e independiente”.
Bien, concedamos que el gobierno de Felipe Calderón y Televisa son responsables de todos los males. ¿Eso explica el asesinato de Juan Francisco Sicilia?
Vayamos más lejos: que el Ejército regrese a los cuarteles, como pide la ONU. Y que el gobierno espurio abandone la guerra contra el narco, declarada sólo con fines de legitimidad. ¿Con ello regresan también a la sierra los zetas, golfos, chapos? ¿Se domestican? ¿Surgen formidables policías locales? ¿Tamaulipas respira? ¿Monterrey renace?
Démosle la razón al señor Ackerman. Estamos hasta la madre, sí. ¿Y? Yo sólo le pregunto, después de haber reporteado la crisis de los secuestros en Morelos de 1995 (tan terrible como la de hoy) y el asesinato de los hermanos Gutiérrez Moreno (sin padres famosos u oportunistas), que detonó la movilización social de 2004, ¿qué hacer luego de las marchas de hoy?
Supongo que él siempre da en el blanco.
gomezleyva@milenio.com
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