Si gano e-burri-el ...
Al equipo de Eruviel Ávila no le gustaba la encuesta diaria del Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) que difundimos en MILENIO entre el 16 de mayo y el 24 de junio. Aunque mostrara consistentemente a su candidato con 30 puntos de ventaja.
Supongo que ni ellos calculaban mantener una delantera así y temían que la encuesta diaria (tracking) comenzara a registrar una caída que los pusiera nerviosos. No encuentro otra razón sensata.
Y desde luego que el tracking no le gustaba a los candidatos opositores Alejandro Encinas y Luis Felipe Bravo Mena. Varias veces lo expresaron. Se entiende. Difundirlas era un ejercicio novedoso que, esta primera vez, no los favorecía.
Un alto jerarca del PRI mexiquense me preguntó ayer si repetiríamos el ejercicio en las presidenciales de 2012. Le respondí que nosotros, en principio, sí; y que es muy probable que el año próximo haya más que el tracking de MILENIO/GCE. Es un instrumento periodísticamente muy atractivo, democrático, taquillero y vestidor.
Divagamos después sobre el hipotético de la difusión de trackings en 2006. Propuse que Andrés Manuel López Obrador habría ganado si tres o cuatro medios (enfrentados editorialmente entre sí) hubieran registrado diario en abril, mayo y junio que estaba empatado con Felipe Calderón, como estuvo.
Habría asistido al primer debate. Se habría abierto a cierto empresariado, redireccionado su discurso para la clase media, buscado a Cuauhtémoc Cárdenas, puesto empeño en que no le faltaran representantes de casilla, lanzado una sonora arenga para advertir que el triunfo estaba en riesgo.
Una hipótesis, en fin: con trackings, López Obrador sería hoy presidente de la República.
Y sí, sí queremos regresar en el 12.
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