No voy a mencionar aquí la serie de declaraciones entre Miguel Ángel Yunes y Elba Esther Gordillo porque TOOOOOOODO el día las transmitieron por radio y televisión, por supuesto que no para descalificar a la lideresa del SNTE, a quien ya sabemos que no tocarán ni con el pétalo de una rosa, sino para distraer la atención de lo que ya está cocinando el PRI para imponer las terribles reformas que dañarán más al pueblo de México y al país como nación libre y soberana. Lo único que quiero subrayar es que a diferencia de lo que dicen los medios de comunicación, NO TODOS LOS POLÍTICOS SON IGUALES.
Por fortuna existen honrosas excepciones que nos permiten mantener viva la esperanza del anhelado cambio de la vida pública del país.
Qué curioso, los comentaristas vendidos a la derecha no se rasgan las vestiduras ante las acusaciones que Yunes hizo contra Elba Esther, bueno, algunos ni siquiera la mencionan por su nombre. Se refieren a ella como la dirigente del SNTE, dan la nota sin comentarla y pasan a otro asunto. Para ellos esto no es un escándalo, no vaya a ser que doña perpetua los fiche y su exitoso camino se vea truncado. Ninguno de ellos, por cierto, menciona que Andrés Manuel López Obrador nunca hizo tratos con ella, es más, ni siquiera aceptó una cita antes de la elección de 2006. En fin.
De verdad que es un honor luchar con Obrador. Se camina con tranquilidad por todos los caminos de México, sin vallas metálicas ni guardias de seguridad, a pesar de que la guerra contra el crimen organizado sigue al rojo vivo. La gente lo espera con entusiasmo y cuando por fin llegamos a una plaza pública se escucha de lejos el grito de Obrador, Obrador, que aumenta de volumen cuando por fin pisa un templete o el kiosco de un pueblo.
Ante el terrible panorama que vive el país, es un honor también observar caras alegres, gente contenta y entusiasmada que conserva la fe y el cariño por quien en realidad es el Presidente Legítimo de México. Un hombre que RESISTE de manera pacífica no sólo los embates de la derecha y de la clase política y económica que nos domina, sino los golpes bajos de los que se dicen de izquierda pero trabajan afanosamente por la derecha.
La clave para lograr el cambio está en la gente. Sólo el pueblo puede salvar al pueblo pero si el pueblo sigue sumergido en la ignorancia y la opresión no podrá salvarse así mismo. Es como la esposa golpeada que acepta su situación porque ignora la existencia de otra opción, porque desconoce su valor personal y sus derechos como ser humano. Sigue ahí, recibiendo golpes por migajas de pan y trozos de tortilla.
Ese es el meollo del odio de los opresores por López Obrador, un hombre que habla con la verdad y reconoce los valores del pueblo, sus tradiciones, sus costumbres, su bondad y su capacidad de trabajo para salir adelante. Un hombre que traza un camino distinto para obtener otros resultados.
Como están las cosas y con la ayuda de los medios de comunicación, Elba Esther Gordillo será reivindicada, claro que sí, y López Obrador continuará siendo el ogro violento que no ha roto ni un solo vidrio en su lucha por la transformación de México. Sin embrago, la verdad tarde o temprano sale a la luz.
Necesitamos seguir trabajando para que esa luz llegue a los ojos de los mexicanos que todavía tienen una venda en los ojos que les impide percibirla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario