Confesó un mega sinvergüenza Eruviel Ávila.
Qué falta de respeto a los votantes, que burla abierta hacia los ciudadanos. Ni se percató el títere institucional de su claro cinismo antidemocrático, sin capacidad para deducirlo.
Dos son los proyectos políticos para el 2012. AMLO contra Peña Nieto. La autoridad moral contrala corrupción, la defensa de los derechos ciudadanos contra los poderes fácticos.
Frente a la cámara y en vivo, en su pregonado programa “elección2011”, Ciro tuvo que callaren seco a Marín quién en una temprana colaboración balconeó o más bien, rebuznó resultados electorales en Estado de México y Coahuila antes de tiempo. Sin autorización del “guión”; de la previa “preparación”. Por mero y raja también si no lo detienen, sobre los resultados de Nayarit sin haberse finalizado el conteo oficial, pasando por encima del encuestador oficialista Federico Berrueto, parapeto del gabinete de comunicación estratégica, de la embestida autocrática.
Lo curioso de esta transmisión en vivo, es que el nombre más pronunciado durante los primeros cinco minutos, fue el Andrés Manuel López Obrador. Creando, o develando en la percepción de la gente, quién es realmente el bueno; el más temido contrincante. Desde luego, que lo hicieron para seguir las órdenes dadas para denostar, para intentar cancelar su opción o viabilidad presidencial 2012 ante el panorama del presunto “arrase” electoral del PRI en todos los comicios habidos ayer domingo. Pero les salió al revés. Fue, de tan evidente, novata la actitud del cuestionamiento al también más que evidente liderazgo del líder del MORENA.
Rosario Robles, invitada al foro dirigido por Gómez Leyva, dijo que AMLO en el Estado de México a lo que iba era a que no se diera la alianza con el PAN y lo logró. Lo demás estaba de antemano decidido. Innecesario mencionar, porque se le presenció, a la maquinaria oligárquica actuandoabierta e indecentemente con cuantioso derroche con recursos Estado o del narco, no hay más.Ante la exhausta tristeza, ante la mirada de decepción, ante la inconformidad sólo en apariencia sofocada, no como en otros tiempos cuando la rebeldía mayoritaria e insatisfecha del pueblo no aspiraba a protagonizar, no aspiraba, sin esperanzas, a provocar el cambio en México, la forma de hacer política.
Marín escupió sus traumas, sus obsesiones personales como bien indicó otro sentado en el foro y compañero suyo Carlos Puig, un acto de aberrante estupidez, como dijo la Robles, al asegurar aceleradamente que “el que haya ganado el PRI era un triunfo para Ebrard”. Pero la realidad es que el auto denigrado personaje decidió soltar esta prebenda al aire para aminorar o resarcirsu falta, su “adelanto”, su metida de pata que fue reprendida con hartazgo por sus colegas a cargo del programa. Se conoce que otra de las órdenes mediáticas a seguir de estos sirvientes del sistema, es el realce de Marcelo Ebrard.
Es AMLO, y gracias a Milenio por recordárselo a la audiencia, el hombre a seguir. El que no dejade ser mencionado. El que no claudicará hasta ganar la presidencia con el voto de los libres, de los justos, de los verdaderos demócratas; que servirá al pueblo de México para limpiar y construir la regeneración de la vida pública nacional.
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