Ayer fue uno de esos días que realmente abundó la estupidez en Twitter.
Por un lado, todos los idiotas que se pusieron a promover el hashtag #TiposDeMuertePara Calderón. O sea que para ellos la solución a la violencia en México es rabajarse al nivel de Calderón y usar más violencia. Esto, desde luego, sin ponerse a pensar que la pena de muerte no existe en México y que, por lo tanto, lo que proponen es un acto ilegal e inconstitucional. Bonita manera de defender la paz: con violencia e ilegalidad.
¿Que Calderón merece castigo? Desde luego. Merece ir a la cárcel e indemnizar con sus propios recursos a las víctimas por todas las muertes que ha provocado y por todas las corruptelas que ha perpetrado el PAN este sexenio--en el enterior, cuando permitió corruptelas cuando era secretario de energía.
Pero eso sólo se logrará votando por un partido que no sea ni el PRI, ni el PAN, ni sus achichincles, y exigiendo juicio político a Calderón. ¿Por qué chingados entonces se ponen a pedir que se viole la ley?
Otra estupidez: los idiotitas que se ponen a defender a Calderón como si fuera prócer y que le aplauden como focas su inútil guerra contra el narco--tan inútil que la revista Foreign Policy, especializada en política internacional, de plano señaló que Calderón no ganará la guerra contra el narco que inició porque nisiquiera tiene una estrategia para hacerlo y nadamás está haciendo show para que Washington le suelte lana. Calderón es INDEFENDIBLE, y tratar de defenderlo sólo perepetúa el caos de violencia que hay en el país. Tan mal hacen los que defienden a ultranza a Calderón como los que piden que se muera.
Pues bien, harto de esta estupidez, ayer por la tarde mandé todo a la chingada y me fui a la Cineteca Nacional. Desde temprano compré mi boleto para la única función que se proyectaría de la película de El Santo, El Vampiro y el Sexo, filme que se mantuvo censurado en México durante casi 50 años y que inclusive en Jalisco no se atrevieron a proyectar recientemente.
Pero como el DF es la ciudad más CHINGONA de México, por ser la más progresista, acá no se les frunció el culo y la proyectaron completa, a todo color y sin censura.
La función tuvo un lleno total. Para cuando llegué a la Cineteca la taquilla tenía un letrero avisando que la función de El Vampiro y el Sexo estaba agotada.
¿Qué tiene de particular este filme? Que hay varias escenas de desnudos de chavas con peinados sesenteros (de esos de casco de astronauta) y el chango que la hace de Drácula le mete mano a dos o tres chavas, incluyendo a la protagonista principal.
Por ese motivo, la película nunca se proyectó en México; sólo en Francia. En México se proyectó una versión censurada (sin desnudos), en blanco y negro, y con el nombre “Santo y el Tesoro de Drácula.”
Quitando los desnudos y las escenas donde Drácula le agarra las tetas a varias chavas, la película es perfectamente típica del género de películas de luchadores--aunque, debo admitirlo, está un poco mejor enredada que la típica película del Santo.
Y claro: es una mala película. Tan mala, pero TAN mala, que precisamente por eso está buenísima. Diversas escenas que se supone que son serias, son un humor involuntario sublime. Particularmente los diálogos que pretenden ser de gran terror y suspenso, pero que terminan siendo tan ridículos que no puede uno evitar soltar la carcajada. Realmente perdí la cuenta de cuántas veces toda la sala estalló en risotadas con esta película.
Y aún así, inclusive con el humor ridiculamente involuntario, fueron por lo menos dos las veces que la gente le aplaudió al Santo con auténtica admiración--casi al estilo de Yoda en el episodio 2 de Star Wars. La primera, cuando apareció por primera vez a cuadro (luego de que lo presentaron como gran científico XD ) y luego cuando, usando su “radio-reloj” El Santo se avienta una variación de una de las clásicas frases de sus películas: “Santo llamando a Felipe. Santo llamando a Felipe.”
(No, no se trata del imbécil de Los Pinos, sino uno de los cuates del Santo del gimnasio donde entrena, quien le agrega aún más humor involuntario para cerrar con broche de oro la película, aunque hay bastante ironía, también involuntario, en el hecho de que la productora de la película es “Cinematográfica Calderón.”)
Yo salí muy contento del cine. Me reí como pocas veces, tuve el privilegio de ser uno de los pocos que han visto El Vampiro y el Sexo sin censura y en pantalla grande en México. Definitivamente ya quiero que salga el Blu-ray para comprarlo.
Le encuentro a la película dos puntos criticables.
1. No está restaurada. Aún conserva todas las marcas de deterioro del filme, las cuales pueden distraer bastante. Estaría bien que limpiaran este deterioro por medio de una restauración, aunque también puedo entender que las marcas de deterioro le pueden dar un “feeling” de película antigua y, bueno, del género “B” que me parece también es apropiado para una película del Santo.
2. Hacia el final del filme el audio está muy, pero muy deteriorado. Creo que esto se pudo haber corregido tomando el audio de la versión DVD de Santo y el Tesoro de Drácula y reemplazando el audio deteriorado lo más que se hubiera podido. Los rayones y el deterioro del filme lo puedo entender, pero el audio realmente me parece que sí es menester repararlo. Como bien dice George Lucas, el audio es el 50% de la experiencia del cine.
Veredicto: El Vampiro y el Sexo es una película bieeeeen chida. Amerita verse no sólo como curiosidad histórica de la cinematografía chafa mexicana, sino también por el puro placer de cagarse de la risa con el humor involuntario que está esparcido por todo el filme. ¡Inclusive en las escenas de chichis y nalgas!
En fin. Para los que quieran ver este filme, habrá una presentación más hoy a las 5:00 PM en El Chopo. Vayan a verla y presuman que ustedes también fueron parte de la historia. Mínimo, la película de El Santo tiene más credibilidad que la guerra de Calderón. XD
PD: Pinche Santo. Ese suéter gris de rayas blancas que usa en la película está bien chingón. Lástima que ya no los hacen
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