Maderito, el presidente del PAN, declara con su enternecedora candidez, que en tiempos del Dr. Zedillo los índices de la violencia eran iguales a los que se presentan en la era siniestra de Fox a Calderón.
Monterrey arde.
Más de 50 muertos en el atentado en la casa de apuestas Casino Royale. Granadas de fragmentación, metralletas, crueldad sin límite. Esa es la cotidianeidad de Monterrey.
El alcalde Larrazabal, panista como Maderito, ha demostrado una total ineptitud para estar al frente de un municipio como Monterrey, símbolo nacional por muchas razones.
Uno tras otro los actos de violencia han convertido a esa hermosa ciudad, en cuyas calles y plazas tantas veces caminé comentando proyectos periodísticos con Federico Arreola, en una zona de guerra.
El asunto es de lo más grave para la vida nacional.
Maderito se queda en decir en que están empatados en cifras el PRI y el PAN comparando a un personaje de reconocimiento y respeto internacional como Zedillo, con un pillo con deficiencias mentales como Vicente Fox o con un inepto y ciego gobernante como Felipe Calderón.
La broma macabra de la violencia imparable en México parece haber empezado su espiral ascendente con la fuga (¿?) del Chapo Guzmán del penal de Puente Grande en Jalisco.
A partir de ese evento, que marcó a Vicente Fox para siempre como un personaje siniestro que en su ambición de dinero, llegó a la presidencia lleno de deudas para resolver a como diera lugar.
Igual todos sus parientes que en 1999 todavía estaban al borde de la cárcel por insolvencia agravada.
Desde esa época, la violencia en México camina del reparto de territorios entre las organizaciones criminales, a la descomposición de ese acuerdo entre capos que estalla en una violencia incontenible, que convierte al estado mexicano en “un estado fallido”.
El recorrido mundial de videos y fotografías de lo ocurrido en el estadio Corona de Torreón y ahora, con humaredas siniestras que recuerdan el episodio negro de las Torres Gemelas, el caso de Casino Royale, nos ubica ya en la geografía del peligro más alto que se puede vivir en país alguno.
La inmisericordes jefes de las Favelas en Río, la mafia rusa adueñada de sitios como la república Checa y sus países vecinos con sus crueles métodos de control y de cobranza , las desalmadas pandillas de las calles 18 en ciudades de EU embrutecidas hasta el delirio por la droga, no dan ahora noticias mundiales de violencia sin límite como las que se viven ahora en México.
La broma la empezaron los que con Vicente Fox dejaron de ser permisivos con el crimen organizado para dejar que muchos de sus más altos funcionarios se convirtieran en cómplices.
Y la sinergia de las complicidades sin retorno sigue en este gobierno. Poiré, García Luna, el cerebrazo de Guillermo Valdés en el CISEN propician ante la sociedad coraje por su ineptitud y miedo por sus muchas veces mencionados posibles nexos con los temibles productores de la violencia en el país.
Una solución de fondo es la única alternativa. Y yo pienso que decisiones para lograrlo son ya impostergables. Excepciones existen como la procuradora Marisela Morales. Funcionaria honesta y valiente. Pero una golondrina no hace verano.
Recuerdo cuando le recomendé a Arturo Montiel que invitara a trabajar a un profesional como Alfonso Navarrete Prida. El ahora diputado siempre ha sido un profesional, honesto, al que Rafael Macedo de la Concha trató de difamar porque le estorbaba en los planes que había comprometido con Vicente Fox.
Montiel lo hizo y tuvo espléndidos resultados. Hoy veo cerca una salida similar para la etapa terrible que vivimos como sociedad en manos del crimen organizado.
Hay gente que puede hacer la tarea. Hay políticos que tienen la voluntad de cambiar esa condición y esa imagen deplorable mundial que tiene ahora México. Hay disposición de la gente a unirse para detener esta hidra que nos amenaza con más furia cada día.
Casino Royale es el principio de una escalada que terminará en eventos tan sangrientos como los de Medio Oriente o casos similares.
Apenas hay tiempo.
BOLSA DE VALORES.
El delegado de Cuajimalpa Carlos Orvañanos realizó una gira en compañía de sus colegas panistas Demetrio Sodi de Miguel Hidalgo y Palacios de Benito Juárez. Los resultados del recorrido no se conocen todavía a fondo. Pero el mensaje político es que los panistas ven en Carlos Orvañanos a un perfil competitivo en la inminente lucha por el gobierno del DF.
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