En su mensaje semanal vía internet, Andrés Manuel López Obrador explicó de manera clara que la falta de presupuesto para sacar adelante al país es un ENGAÑO utilizado por los gobiernos prianistas para ocultar el mal manejo que han hecho del dinero que es de todos los mexicanos, y no de unos cuantos que se despachan con la cuchara grande para enriquecerse de manera escandalosa mientras el pueblo se empobrece más y el país sigue en picada.
El presupuesto anual que proviene del pago de impuestos de los trabajadores, y de la venta del petróleo, es de aproximadamente 3 billones 500 mil millones de pesos.
Dinero más que suficiente para reactivar la economía nacional, crear empleos a través de obras de infraestructura, ampliar y mejorar los servicios educativos y de salud, atender las necesidades de la población más pobre y combatir con ello las causas del crecimiento de la violencia y la inseguridad.
Pero resulta que de ese presupuesto la mayor parte se queda arriba, y se utiliza para apoyar a banqueros y a traficantes de influencias. Un ejemplo que no podemos olvidar es el rescate bancario, FOBAROA, que tanto el PRI como el PAN avalaron en perjuicio del pueblo y de la nación.
En 1995, después de la terrible crisis económica que vivió el país, PRI y PAN aprobaron convertir una deuda privada en deuda pública, utilizando 100 MIL MILLONES DE DÓLARES del dinero del pueblo, y para que esa deuda no crezca más, cada año los legisladores prianistas aprueban el pago de 600 mil millones de pesos por concepto de intereses, en vez de destinar esa cantidad para impulsar actividades productivas que generen empleos y bienestar para la gente.
Aunado a ese pago absurdo, la corrupción de funcionarios federales, estatales y municipales ocasiona una pérdida importante del presupuesto, pues no conformes con los altos salarios y prestaciones que se asignan, sobornan a contratistas para asignarles obras y servicios que elevan el costo para el gobierno.
Con justa razón López Obrador señala que la corrupción es el cáncer que está destruyendo al país. Para nadie es ajeno que los funcionarios públicos han puesto de moda crear empresas con familiares y amigos para otorgarse ellos mismos contratos ilegales y seguir sangrando el presupuesto.
Además, López Obrador explicó en su mensaje al pueblo que del presupuesto se destinan alrededor de 860 mil millones de pesos al pago de sueldos, que equivale al 25 % del total, y de ese dinero 190 mil millones son para mantener a la alta burocracia, que se asigna sueldos de hasta 300 mil pesos mensuales.
López Obrador propone la reducción de esos altos salarios a la mitad, con lo que se obtendrían al menos 100 mil millones, y si se eliminan por completo los privilegios de los que gozan, se alcanzaría un ahorro de hasta 200 mil millones.Combatir la corrupción para liberar fondos es la medida más justa para que exista en México una verdadera democracia, que garantice el desarrollo del país y el bienestar de todos y no de unos cuantos.
López Obrador también propone que se lleve a cabo una reforma fiscal progresiva, para que paguen impuestos los que no pagan y que son quienes que más ganan. Obrador siempre ha sostenido que para fortalecer la Hacienda Pública es necesario echar andar un programa de austeridad republicana, como lo hizo él durante su gestión como Jefe de Gobierno del D.F., con resultados que hasta la fecha están vigentes. Los programas sociales en el D.F. tal vez constituyen una de las razones por las que la violencia no ha permeado como en otras entidades de la república.
Así que sí hay dinero. Nada de que López Obrador no sabe lo que tenemos que hacer para salvar al pueblo y a la nación, y que se dedica a dividir a la gente. No es ningún mesías, simplemente es un hombre honesto que se dio a la tarea de convencernos de que unidos y organizados, sin necesidad del uso de la violencia, podemos sacar del poder a quienes sólo velan por sus intereses aunque eso implique la destrucción del país.
Esto es algo que la derecha prianista y la oligarquía beneficiada, aprovechando la complicidad de los medios de comunicación, se niegan a aceptar, y prefieren calificar de PELIGRO lo que en realidad es una salida de emergencia del incendio que han provocado con sus medidas antipopulares, autoritarias y represivas.
El ha hecho su parte, lo demás nos corresponde a nosotros
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