Como cada año Felipe Calderón deberá rendir su informe de gobierno como lo estipula la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, informe que por cierto, en los tiempos del PRIísmo se le llamaba también el día del Presidente.
Si bien el propósito del informe es el de rendir cuentas sobre el estado en el que se encuentra la nación, los Presidentes lo utilizan para exhibir los supuestos logros que han alcanzado en el transcurso del año, logros que en la mayoría de los casos carecen de credibilidad ante la falta de confianza del ciudadano hacia sus gobernantes.
Con Felipe Calderón no ha sido la excepción toda vez que ha pasado de ser el Presidente del Empleo como se autonombró en 2006 al Presidente de los 50 mil muertos por su estrategia fallida contra el Narcotráfico, estrategia que parece ser la única en la que confía el Gobierno Federal a 457 días para que termine el sexenio.
Lamentablemente el estado en el que se encuentra México no es del todo alentador, ya que a 5 años de gobierno Calderonista solo se ha promovido la guerra contra el narcotráfico dejando en el olvido la educación y la creación de empleos, estrategias fundamentales para el combate al crimen organizado toda vez que ante la falta de espacios educativos así como de empleo, los jóvenes han encontrado en la delincuencia los recursos que el estado no les proporciona.
Aunado a esto, las pocas oportunidades de empleo generadas lícitamente carecen de salarios dignos para la manutención de los hogares mexicanos, ya que ante el constante incremento de los precios en los productos básicos así como en los combustibles, hoy en día hay más de 23 millones de pobres en México.
Sin duda Felipe Calderón mintió cuando se autonombró el Presidente del Empleo y nos dijo que en su gobierno viviríamos mejor, ya que hoy en día la violencia e inseguridad impera en nuestro país dejando como saldo más de 50 mil muertos, viudas, huérfanos, así como miles de desaparecidos a quienes simplemente se les llama daños colaterales.
Un informe más, un informe menos, mientras no se apruebe una verdadera Reforma Política donde se contemple la Revocación de Mandato, nuestros gobernantes seguirán haciendo lo que se les venga en gana con nosotros así como se ha venido haciendo a lo largo de la historia con devaluaciones, masacres y la venta del patrimonio de los mexicanos.
Lo cierto es que el sexenio casi ha terminado y las condiciones de los mexicanos son cada vez peor, hoy en día no solo vivimos en la pobreza y la desigualdad social sino que ahora también entre balaceras y secuestros, es una pena que México haya pasado de ser un estado fallido a un estado de pánico, afortunadamente una nueva oportunidad se avecina, es tiempo de dejar la apatía en tiempo electoral y ser participes de un verdadero cambio.
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