martes, 13 de septiembre de 2011

Anular las elecciones: opción “c” de Calderón O hasta donde seremos capaces de defendernos??-- JOSÉ LUIS CAMACHO ACEVEDO

Una vez lanzado de lleno a la competencia por la candidatura presidencial del PAN Ernesto Cordero, a quien por muchos motivos, el presidente Felipe Calderón considera su mejor prospecto en la sucesión 2012, se ha dicho en repetidas ocasiones que el primer mandatario tiene un plan “B” en caso de que el ex secretario de Hacienda no cumpla su papel de triunfador interno, y tal vez que ni a candidato llegue.



El Plan “B” de Felipe Calderón sería Josefina Vázquez Mota. Ella es un prospecto que viene creciendo a pesar de que su condición de mujer sigue siendo un handicap en territorio de machistas.



Pero Josefina Vázquez Mota puede tener en contra, además de su género (factor que es posible superar en la democracia de estos tiempos en México) que siendo candidata, el PAN termine divido tan gravemente que su dispersión favorecería a un triunfo arrollador del PRI y mandaría al tercer lugar de la competencia al partido gobernante.



Santiago Creel tiene muchos amigos dentro del PRI y puede negociar con ellos.



Y en su momento se despegará del PAN si se siente traicionado. El apoyo de Vicente Fox y Marta Sahagún no le garantizan nada en lo referente a simpatías y con ellas un caudal de votos importante. Pero serán sus defensores más perrunos.



Fox y Marta saben que el ostracismo, o la cárcel, los espera con Cordero en la presidencia de la república, resultado muy poco probable si las encuestas se mantienen en sus niveles actuales.



Pero su escenario verdaderamente catastrófico es la vuelta del PRI a Los Pinos.



Primero con la ventaja que lleva Enrique Peña Nieto dentro y fuera de su partido. Y peor si llegara Manlio Fabio Beltrones, posibilidad que no es ni remota ni mucho menos está descartada.



El sonorense fue agraviado por Vicente Fox en varias ocasiones, aunque nadie finalmente tomó en serio las locuacidades del vaquero que llegó sin saber política a ser presidente de México. Pero Manlio es de los que no olvida.



Por eso apostarán primero a que gane Santiago Creel la candidatura y la presidencia, y su segunda opción es Josefina Vázquez Mota, con quien mantiene la pareja dispareja una relación todavía en términos de una aceptación plausible.



Y la posibilidad más negra que enfrentan Fox y Marta es la del triunfo, que nadie debe dar como un imposible, de un creciente Andrés Manuel López Obrador, a quien la llamada “pareja presidencial” quiso sacar de la contienda con el numerito del desafuero.



Pero si no ganan ni Josefina ni Santiago, la diáspora panista será una catástrofe tan grave en esa organización que tal vez la haga desaparecer del espectro partidista mexicano.



Ernesto Cordero jugaría todas sus cartas a la fuerza del presidente para manejar el aparato del estado, que no de su partido, buscando la permanencia de su grupo en la presidencia.



Si no resulta la apuesta calderonista entonces es cuando aparece el poco considerado plan “C” de éste presidente, que es el más calificado operador electoral que ha tenido México desde los tiempos de Adolfo Ruíz Cortines.



El veracruzano tenía igual que Calderón la división interna en su partido como principal peligro. Pero lo resolvió sacando un tapado con el respaldo de una clase política a la que trabajo bien y a tiempo. Y Calderón no ha hecho a la vista de la clase política, esa tarea.



Don Adolfo, el operador, sacó sin problemas la candidatura de su tocayo López Mateos que resultó una de las candidaturas presidenciales más carismáticas que se haya tenido el país hasta la aparición de otro mexiquense, Enrique Peña Nieto.



Entonces para Felipe Calderón el plan “C” está en la posibilidad de crear un clima de inestabilidad social que sea propicio para anular las elecciones presidenciales.



Hay dos elementos que soportan fuertemente esta teoría.



El primero es la guerra sostenida contra el crimen organizado a través de una intervención de las fuerzas armadas SIN UNA ESTRATEGIA DE COMBATE DEFINIDA Y SIN UNOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA QUE LA CONDUZCAN POR UNA RUTA SEGURA.



Esa situación nos está llevando a un clima de inestabilidad social explosivo e incontrolable.



El segundo elemento es dejar que el IFE se siga deshaciendo a pasos acelerados tal y como está ocurriendo.



No hay visos de que se integre en su totalidad el Consejo General y se puede llegar a Julio del 2012 con la ausencia de tres consejeros. Leonardo Valdés ha demostrado que no es capaz de consensar ni a su ex familia.



Ya el enfrentamiento de Valdés con los consejeros Baños y Guerrero ha llegado al límite del pleno e irremediable desacuerdo.



Los medios electrónicos siguen insistiendo en que la regulación que les impone el IFE en relación al tiempo para emitir los spots de los partidos es un trabajo imposible de realizar técnicamente.



Pero Leonardo no entiende y el Presidente Calderón, que si regaña a los jueces, al presidente del IFE no Cotoca ni con el pétalo de una rosa.



Hay estaciones de radio, o pequeños canales de TV que simplemente desaparecerán por hacerse acreedores a las multas, para ellos impagables, que les impondrán por no cumplir con una reglamentación que no considera sus alcances técnicos reales.



Asi, gana el PRI las elecciones, o se recupera a tiempo López Obrador y triunfa en un escenario en donde la economía castiga a los pobres tan duramente que no verán otra opción que la oferta del tabasqueño, (ayer el dólar subió a un precio que significó, para decirlo en los términos suaves de los expertos, “una mini devualación”) y Felipe Calderón tendrá que rendir unas cuentas muy difíciles a los triunfadores.



De tal suerte que el Plan “C”, anular las elecciones, por cualquiera de las dos razones mencionadas, está en marcha de manera paralela a la aventura de Ernesto Cordero cuyo destino se ve hasta ahora muy nebuloso.



Mañana: La traición de Ebrard es de Manuel Camacho.

No hay comentarios: