El momento no pudo haber sido peor, dice The Washington Post en su edición de ayer. “Cuando el presidente Felipe Calderón –agrega– presentaba una nueva campaña y un programa de televisión para atraer a los temerosos turistas a su país, un gang arrojó 35 cadáveres en una transitada intersección de la zona turística en la ciudad costera de Veracruz.” En efecto, no pudo ser peor el timing, pero Calderón conocía el riesgo, sabía que ésa o cualquier otra tragedia podría ocurrir durante el debut de The Royal Tour (¿o Rollo Tour?), porque a diario ocurren matanzas en el país y no iba a declararse un receso en su honor. Y también debió conocer que los turistas no cambiarían su percepción de México con el rollero cortometraje, que ofrece una imagen idílica de México, cuando todos los días la prensa escrita, la radio y la televisión describen una realidad totalmente diferente. Por otro lado, ya había hecho una inversión importante su gobierno. Ayer, en el programa radiofónico de MVS de Carmen Aristegui, la corresponsal en Washington, nuestra compañera Dolia Estévez, reveló que la Presidencia contrató a una empresa de relaciones públicas estadunidense para llevar a cabo una campaña de buena imagen a través de las redes sociales –Twitter, FaceBook, YouTube, etcétera. Está gastando una fortuna: el contrato oscila entre uno y 2 millones de dólares. Al igual que el Rollo Tour, es dinero tirado a la basura. El mismo día de su debut como guía de turistas, en el que lo acompañó Emilio III, por la noche, Univision, televisora de la cual el mismo Emilio III es socio, presentó la otra cara, terrible, de la realidad mexicana: una detallada narración del secuestro del empresario García Valseca. En resumen: todo el dinero que gasten en promoción es inútil mientras no se detenga la violencia. Aunque, claro, son inversiones importantes con las que siempre puede beneficiarse a alguien.
Tronó el superpeso
Hemos estado como hipnotizados, tratando de sepultar nuestro horror bajo una capa de aparente indiferencia, por el torbellino de sangre en que el régimen ha convertido a la República, tanto que hemos perdido de vista cómo la economía y las finanzas del país se van hundiendo en un profundo agujero. Porque nadie habrá creído las declaraciones de Ernesto Cordero y Bruno Ferrari de que la violencia no afecta a los otros sectores. Ayer la moneda se derrumbó, el dólar llegó a venderse a 14.20 pesos, aunque algunos bancos –como Banamex y Santander– cerraron operaciones en 14.10. Obviamente, los economistas culparán a la turbulencia internacional –la cual existe–; sin embargo, difícilmente podrían responder a esta pregunta: ¿por qué en Suiza sucede lo contrario? ¿Por qué se sobrevalúa el franco frente al dólar y el euro, a tal grado que el gobierno tiene que intervenir en el mercado cambiario para ponerle un tope? Seguramente el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y el nuevo secretario de Hacienda, José Antonio Meade, están aguardando el regreso de Calderón para plantearle la situación de crisis. Han venido cacareando que tienen 200 mil millones de dólares como blindaje para defender el peso; quizá llegó el momento de usar esas reservas. De otro modo la economía de las empresas y las familias, particularmente del norte de la República, sufrirá estragos irreparables.
@Vox Populi
Asunto: pensionados, ni un voto al PAN
Enrique: te agradecería que me proporciones el buzón electrónico del senador Beltrones. Voy a enviarle diariamente mi queja para que junto con sus compañeros senadores ratifique el acuerdo de los diputados votado en abril para que los pensionados y jubilados dejemos de pagar el ISR que la Secretaría de Hacienda a través del Seguro Social nos descuenta mensualmente. No debemos de olvidar que el promotor de los descuentos es el locuaz Ernesto Cordero. Por ése y otros motivos, ni un voto al PAN en 2012.
Mario Treviño/El Mante
R: Estimado Mario: les voy a dar una idea: Don Beltrone tiene una cuenta en Twitter, la publico líneas abajo. ¿Por qué no lo bombardean con mensajes a todas horas del día y la noche?
Asunto: la sociedad ideal
En muchas ocasiones tus lectores se quejan de las autoridades y tú los responsabilizas por haber votado por quienes lo hicieron y les pides que aprendan a votar en las próximas elecciones.
Pero resulta que aquí está la diferencia entre una democracia representativa (donde supuestamente votamos por los mejores) y una democracia participativa. O sease que no es suficiente con votar. Si la sociedad no participa en el diario acontecer político-social estamos pelas.
Siempre le echamos la culpa a los políticos, a los demás, pero se nos olvida que somos una sociedad inmadura políticamente, con un nivel de corrupción generalizada, repleta de valores occidentales y de libre mercado, como el egoísmo, la ambición, la competencia desaforada, lo material sobre lo espiritual, el consumo sin límites, la ambición. Los políticos son un producto de la sociedad y a la visconversa (diría Cantinflas). Un saludo afectuoso.
Dr. Joel Sevilla/México
R: Estimado Joel: no existen ni la democracia ni la sociedad perfectas, al menos no en este planeta, quizá sí en el nirvana budista o en el paraíso cristiano. Tampoco aspiramos a tanto los mexicanos. Nos conformaríamos, para empezar, con que los políticos –priístas, panistas, perredistas y todos los demás– no fueran tan rateros.
Twitter
En 2012 concluye mi periodo de 6 años en el Senado, te invito a conocer mis iniciativas y logros: senadorbeltrones.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario