martes, 20 de septiembre de 2011

Peña Nieto, AMLO, Televisa y el lodo que viene-- FEDERICO ARREOLA

Vistiendo un traje azul marino y una elegante corbata roja con rayas negras, el exgobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, apareció anoche en Televisa para “destaparse”.



Es el candidato de la televisión y, si llega al poder, será el presidente de la TV.



Entonces, admitió sus aspiraciones presidenciales no frente a los líderes de su partido, que a Peña Nieto le tienen muy sin cuidado, sino ante las cámaras, reflectores y micrófonos de la compañía cuyo accionista de referencia es Emilio Azcárraga Jean.



En “El Noticiero”, programa informativo que conduce Joaquín López-Dóriga, Peña Nieto dijo que se postulará como candidato a la Presidencia de la República porque quiere gobernar al país.



No dijo mucho más en los nueve minutos que concedió a López-Dóriga.



Tal vez lo más rescatable del resto de sus palabras sea lo afirmado por Peña Nieto de que ya espera las campañas de “lodo”.



¿Lodo? Sí, guerra sucia en su contra, propaganda para intentar desprestigiarlo y bajarlo en las encuestas.



No es el único que sabe que llegará la tormenta de fango y, peor aún, de mierda que inevitablemente se desatará en cuanto arranque el proceso electoral de 2012.



Desde luego, Peña Nieto no está pensando en que la basura se la lancen desde la izquierda, que no lo ha hecho en el pasado, sino desde la derecha que, sobra evidencia, se ha especializado en ensuciar todos aquellos comicios en los que participa.



En 2006, la guerra sucia, la del lodo y la mierda, la orquestó el PAN solo contra Andrés Manuel López Obrador, entonces líder en las encuestas.



Ahora, está claro, el PAN no dejará de golpear a AMLO (este sigue siendo el gran enemigo de la derecha), sino que también se lanzará con todo contra Peña Nieto.



Qué espectáculo veremos. Abundarán las revelaciones sobre la vida privada de Peña Nieto y sobre lo malo que haya hecho en su gobierno en el Estado de México.



De AMLO se dirá lo mismo de siempre: que es enemigo de los empresarios y tonterías semejantes.



Y, como en 2006, antes de que el lodo y la mierda lleguen, que llegarán, a la televisión abierta en forma de comerciales políticos, el campo de batalla será internet.



Los correos electrónicos, Twitter, Facebook, blogs y Youtube serán invadidos por toda clase de mensajes obscenos.



Ya será problema de Peña Nieto resistir o desplomarse. Y ya será la moral panista la que determine hasta dónde recurrirá a la mierda.



En la izquierda, si AMLO es el candidato presidencial (si lo fuera Marcelo Ebrard creo que apoyaría la guerra sucia panista), lo que se debe hacer es insistir en la decencia política y en los valores morales.



Por eso me molestan tanto actitudes poco éticas como las del diputado federal del PT Mario Di Costanzo quien, abusando de su posición de poder, se dedica en las redes sociales de internet a injuriar y a amenazar a los ciudadanos que no coinciden con su punto de vista.



La única posibilidad de la izquierda está en no traicionar jamás a la ética.



Y es que solo con una conducta absolutamente irreprochable podrá el movimiento de AMLO salir a flote en el mar de mierda en que el PRI y el PAN convertirán al proceso electoral de 2012.

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