El PRD hace tiempo que entró en un estado de putrefacción. Mucha gente le aconsejó a Andrés Manuel López Obrador, después del fraude de 2006 y del cochinero tras el cual se coronó Jesús Ortega como presidente del partido, que renunciara a su militancia para deslindarse de las prácticas antidemocráticas que adoptó el PRD con el fin de obtener, para sus dirigentes y consejeros, los mismos privilegios de los que gozan priistas y panistas corruptos y deshonestos, sin embargo, Andrés Manuel no lo hizo, pienso yo, porque las bases del partido no siempre están enteradas de lo que sucede al interior de las tribus y siguen asociando a López Obrador con el sol azteca.
Tampoco quiso hacerlo, creo, porque tenía la esperanza de salvarlo, cosa que ya está muy pero muy difícil.
Llama la atención la habilidad con la que los chuchos adoptaron las mañas de la derecha. Ayer durante la votación para consejeros el partido sufrió la estocada final: compra de votos, rasurada de padrón, quema y robo de urnas, cierre anticipado de casillas, en fin. Pero lo realmente lamentable es que por obtener posiciones, los dirigentes chuchos han hecho por completo a un lado los principios y los objetivos por los que se fundó el PRD, y por los que muchos militantes perdieron la vida. Ni modo.
Afortunadamente para la izquierda, se ha venido construyendo poco a poco un espacio distinto para seguir luchando por la justicia y el bienestar del pueblo, así como para defender al país como nación libre y soberana. Ese espacio es MORENA.
Estamos a la espera del resultado de las encuestas para definir al candidato que representará a la izquierda en la próxima contienda electoral por la Presidencia en 2012.
Yo hago changuitos no para que la gente encuestada elija a Andrés Manuel López Obrador, porque la gran mayoría está con él, sino para que no se repita la historia de las encuestas a modo, que pretenden cerrarle el paso a la única opción de cambio que por el momento existe en México.
Viva MORENA.
Viva Andrés Manuel López Obrador.
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