Después de este trágico suceso, un nuevo “accidente2 donde pierde la vida otro secretario de gobernación, Blake Mora, no caben las casualidades, ni la mala suerte, tampoco las supersticiones, ni mucho menos las predicciones; aunque alguna periodista con muy buena trayectoria, lo haya visto como capital informativo. Fiasco.
Lo que aquí entra como pieza de rompecabezas, es esta increíble coincidencia, que lanza otra nueva sospecha de sabotaje y que incluso refuerza la teoría de atentado en el "accidente" de Mouriño, porque las explicaciones oficiales nunca dejaron satisfecho a nadie, como siempre.
Es delicado decir esto, pero es una realidad. El argumento de Calderón de que la nave se encontraba bajo resguardo del estado mayor presidencial, nos muestra una vez mas la vulnerabilidad del estado mexicano ante el enemigo, y este evidentemente se encuentra dentro de las instituciones, gozando de un gran poder e inmunidad.
La otra declaración con la que si estoy totalmente de acuerdo con Calderón, es la de la nubosidad, eso es cierto, en este sexenio lo gris ha sido el color que mejor define la política de nuestro país, y he aquí los trágicos resultados.
¿Estará amenazado Calderón? ¿Que cuando algo pone en riesgo los poderosos intereses de a quien se comprometió a proteger, le indican de esta manera, atacando impunemente al segundo del ejecutivo federal, que si ellos así lo deciden, el próximo puede ser el?
Quizás también la galopante corrupción que ha sido el común denominador de esta pésima administración, esta acabando precisamente con quien así lo permitió desde un principio. "Cría cuervos y te sacaran los ojos"
Así pues llegamos a la triste conclusión, que si se puede sabotear al estado mayor presidencial en dos ocasiones y en un mismo sexenio; este gobierno es incapaz de garantizar seguridad y paz social a la sociedad mexicana.
No me cabe la menor duda que lo que mal empieza, mal acaba y el que el espurio Calderón haya entrado por la puerta de atrás nos lleva a pensar que esto puede terminar muy mal.
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