“El poder sin límites, es un frenesí que arruina su propia autoridad”. Fénelon
MELINDROSO E IRRITABLE, el secretario del señor Felipe Calderón se muestra intolerante. Dice que no le gusta “el tono” de las declaraciones del gobernador de una entidad federativa. Pleito desigual. “Haiga sido como haiga sido” —cual sentenció el nuevo clásico de este espacio—, el señor Eduardo Robinson Bours Castelo es un funcionario electo que cuenta con la representatividad que le otorgaron sus votantes. Fernando Gómez Mont, en cambio, es un colaborador contratado y empleado para ocupar un cargo, sólo porque se presentó una situación de emergencia, pues de otra forma ni por asomo ocuparía el palacete de los Covián.
No simulemos como sí lo hacen ellos. A quien no le gustó “el tono” –y la acusación directa— fue al mismo señor Calderón, mismo que habría ordenado a su colaborador salir a atacar al sonorense, que no a defenderlo a él.
La “falta de respeto”, en todo caso, fue proferida por Gómez Mont. No a Bours, sino al gobernador de una entidad –teóricamente— soberana. También, por supuesto, a los sonorenses.
Signo de los tiempos. Calderón y su contratado Gómez Mont pretenden hacer prevalecer una autoridad inexistente, empleando el autoritarismo, al que hipócritamente condenan en los discursos.Habría que recordarles a ambos que ejerce autoridad quien, de hecho o de derecho, tiene poder de gobernar o mandar. Los dos carecen de este atributo. Y que peca de autoritarismo, en cambio, quien gobierna con abusos o excesos, cual ahora lo hacen ellos.
Recordarles también que, cuando la autoridad se ejerce por la vía de la fuerza, el miedo, la amenaza o el insulto consigue eficazmente lo que se propone, pero sólo en el corto plazo. Que este tipo de poder impositivo, invariablemente utiliza como táctica la de dividir para reinar. Que para afianzarse, crea una dinámica que distribuye generosamente privilegios y mercadea las conciencias, facilitando la astucia, el chantaje y la corrupción. Que por este medio, el que manda se remonta a una superioridad precaria, pues pronto se suscitan reacciones activas de los subordinados, revirtiendo la relación de fuerzas.
Y si no, he ahí ya los resultados deplorables de este juego en el que ha prevalecido una atmósfera de tensa sumisión, hecha de simulaciones, de sospechas, de chismes, de intrigas, de delaciones, que han llevado a la inestabilidad, inseguridad y, sobre todo, a la polarización de la sociedad. El mandamás se defiende: percibe fantasmas de conspiradores y opositores en cualquier rincón. No le gusta “el tono”, por ejemplo.
ES EVIDENTE LA ruptura entre Los Pinos y los palacios de gobierno de los estados. Muy en especial con aquellos que durante el primer trienio de esta fallida Administración federal, mantuvieron buenas, excelentes e invariablemente dóciles relaciones con el señor Calderón Hinojosa. Bours, claro; pero también el michoacano Leonel Godoy, de filiación perredista.
Mejor asesorado, sin que fuesen épocas electorales, Calderón consiguió mantener su posición de dominio de manera utilitaria. Bours, Godoy y muchos más le seguían en lo que a ambas partes interesaba, a cambio de ciertas ventajas: una relación de simple funcionalidad, donde el equilibrio se mantuvo mientras uno y otro se beneficiaran o, al menos, no se sintieran tan perjudicados. Se ofrecía así una cierta sensación de equidad y justicia, aunque –hoy se ve— esta situación fue frágil e invariablemente enrarecida.
Todo ha cambiado. Vea usted si no es así cuando, justo en el momento en el que el alto burócrata Gómez Mont “regañaba” autoritario a un gobernador electo por la ciudadanía, el señor Calderón se lanzaba en contra de las tentaciones autoritarias —¿las del PRI?— que tanto daño le han hecho a México y, peor aún, sin nombrarlos, dando rozones de paso a Godoy, a Bours, entre otros varios.
COMO NUNCA, EL autoritarismo está instalado en nuestro país. La presencia militar en no pocos puntos de la geografía nacional es apenas un botón de muestra, ya porque los soldados estén “comisionados” en la pretendida guerra en contra del narcotráfico, ya porque –como se anunció apenas a media semana—, las tropas hayan sido enviadas, cual medida preventiva a las tragedias que se pudiesen presentar en los litorales debido a calamidades climatológicas. La verdad, de lo que en realidad se trata es de mantener presencia del Ejército en zonas conflictivas al PAN durante la jornada electoral del domingo venidero.
Con pretextos policíacos, lo que es peor, la Federación “invade” las soberanías estatales. Igual Michoacán que apenas Hidalgo. Distinto, eso sí, en Morelos, donde “gobierna” el PAN.
¿Para qué se vota por gobernadores? Bastaría con que el señor Calderón enviara delegados de Los Pinos a todas las capitales estatales. Que sumisos le obedecieran y replicaran –también repicaran—, sus discursos, sus acciones, sin molestar sus delicados oídos con “el tono” de su voz.
DESCONOCE CALDERÓN, CASI desde el momento mismo en que ocupó Los Pinos escoltado por una partida militar –en las penumbras de la madrugada del 1 de diciembre de 2006—, que el jefe es la persona que, en una situación de hecho, dispone de la capacidad de coordinación, de decisión o de control, en función de objetivos comunes. Que su autoridad, acorde con la dignidad del hombre, proviene del prestigio y el crédito que se reconoce a personas o instituciones por su legitimidad, su calidad o su competencia en alguna materia. Que en esas personas se confía y se las respeta, porque se cree en ellas y en lo que hacen.
El principio de autoridad no descansa en una fe ni una servidumbre ciegas, ni es consecuencia del arrastre de algún carisma personal, sino una reacción consciente y libre ante lo que crean los otros gracias a su honestidad, su valía y su actitud.
Y esos atributos… tiene ya rato que no se ven en Los Pinos.
Índice Flamígero: Por un verdadero milagro, la joven no ha perdido la pierna. Recordará usted que aquí le comenté del ataque al vehículo en el que viajaba uno de los hijos de Emilio Gamboa Patrón con su novia, la madrugada de un cercano fin de semana, en las proximidades de Toluca. Medio centenar de disparos a la camioneta blindada. Le dije entonces que habían salido ilesos. No fue así. La muchachita fue herida en el fémur izquierdo. Perdió gran cantidad de estructura ósea. Lo raro es que, de acuerdo a versiones de ella misma, la hayan dejado tirada, desangrándose, en el suelo. ¿Pues no que estaba a bordo del vehículo? Más raro, todavía, que sus allegados platiquen que el hijo del coordinador de los diputados priístas haya sido “levantado”, junto con otro acompañante, durante varias horas, “hasta las seis de la mañana”. ¿Qué pasó en realidad? + + + Buen tanto para el Fideicomiso de Ahorro de Energía. A cuatro meses de iniciado el programa de sustitución de equipos electrodomésticos en todo el país, promovido y llevado a cabo por el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), se han realizado hasta el 22 junio, 45 mil 660 cambios de aparatos obsoletos por equipos de tecnología de punta eficientes. Operan el programa en todo el país, hasta ahora, un total de 3 mil 999 tiendas de de autoservicio y departamentales y los Estados en donde ha tenido mayor aceptación, destacan Sinaloa, Sonora y Michoacán. Y por si fuera poco, a la CFE de Alfredo Elías Ayub la distinguen con un premio internacional. + + + BEATRIZ PAREDES ya escarmienta en carne propia la traición de los blanquiazules. Como Bours, como Godoy, también se entregó a Los Pinos, para finalmente acabar “balconeada” por el beligerante Germamoncito Titínez –cual bautizara al dirigente formal del PAN uno de los lectores del Índice—, en el remedo de debate que, con Jesús Ortega protagonizaran la noche-madrugada del jueves-viernes, con lo que se reconfirma que la lealtad a lo pactado, el cumplimiento de acuerdos por encima y debajo de la mesa, no son el fuerte de los blanquiazules en usufructo del erario y de las instituciones.
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