Por Víctor Hernández
29 de Junio, 2009 - 00:00
Ayer la derecha y el ejército hondureño secuestró y desterró de Honduras al presidente Manuel Zelaya, quien fue electo democraticamente. Es decir, hubo un golpe de estado militar.
¿La razón? Zelaya insistía en que los ciudadanos de Honduras participaran en una consulta ciudadana para determinar si se añadía una urna especial en las elecciones federales de noviembre próximo para determinar si se reformaba la constitución para permitir la reelección.
Yo se: la idea de la reelección en México no funciona gracias a próceres del PAN y del PRI como Porfirio Díaz y Santa Anna. Pero aquí el pecado de Zelaya no era la reelección en sí, sino el atreverse a darle al pueblo de Honduras el derecho a decidir directamente y por la vía democrática el rumbo que debe tomar su país. Igual podían votar a favor o en contra. Pero el punto era salir a votar y decidir por ellos mismos.
Eso fue lo que a la derecha y a los militares no les gustó.
El poder judicial de Honduras alegó que el ejército le dio el golpe de estadado para proteger la legalidad. ¿Entonces por qué no mejor le hicieron un juicio político a Zelaya?
Pues porque lo hubieran perdido.
El caso es que todos los paises del continente americano y toda la Unión Europea rechazaron el golpe de estado y pidieron la restitución de Zelaya.
Dirán ustedes: ¿Esto qué tiene que ver con México? Hombre, pues mucho. Si le hicieron esto a un presidente democráticamente electo, con mayor facilidad se lo podrían hacer a uno que llegó al poder mediante un fraude electoral.
Sí, como Felipe Calerón.
Es en serio: la derecha en México está molesta con Calderón por su ineptitud en los temas de la crisis económica y la inseguridad. Y si el PAN pierde el tercio de sus curules que dice el panista Ricardo Alemán que perderá, mayor será el enojo.
Si no se le regresa el mandato a Zelaya, ¿Quién nos asegura que la derecha mexicana no intentará algo como lo que hizo la derecha en Honduras para dar un cuartelazo?
Y ojo: los golpistas en Honduras usan un discurso de legalidad virtualmente calcado de los discursos del PAN para justificar el fraude electoral del 2006.
Tal vez por eso es que Calderón va a estar hoy en la reunión de mandatarios. Porque sabe que en el caso de Honduras hay alegatos legales y morales para no aceptar el golpe de estado. Pero en su caso ¿Qué argumentos hay? Ninguno. ¿Quién defendería a Calderón? Nadie. Bueno, Álvaro Uribe, el otro pelele de Washington. Pero nadie más.
Y miren lo que son las cosas: cuando Marcelo Ebrard hizo la consulta petrolera el año pasado quienes se opusieron a que la gente decidiera el rumbo del país fueron los panistas. Son también quienes más se aferran a no permitir el referendo revocatorio.
Así que si a alguien se parecen los panistas, pues es a los golpistas de Honduras.
Y no, no es exageración. Ayer mientras SDP publicaba nota tras nota sobre el golpe de estado, nunca faltó el panista que dejó comentarios apoyando el golpe de estado y de pasada denostando a AMLO.
Por lo cual lo repito: si a alguien se parecen los panistas es a los golpistas de Honduras.
La falsificación de los chuchos
Clara Brugada denunció ayer que los chuchos falsificaron la firma de AMLO para hacer una carta apócrifa con la que han pretendido engañar a la gente para que no vote por el PT. La carta alega que el conflicto electoral del PRD en Iztapalapa "ya se arregló", lo cual es mentira.
Esto lo que demuestra es lo verdaderamente desesperados que están los chuchos ante el inminente triunfo del PT en Iztapalapa.
Muestra además que la encuesta del GCE que le daba el triunfo al PRD sobre el PT no era más que otro intento desesperado más por tratar de impedir lo inevitable: la caída de los chuchos--y del PAN-salinismo en el DF--por la vía democrática.
Por quén votarán los renegados en Benito Juárez
Ayer hubo un cierre multitudinario de campaña en Benito Juárez. El Maestro Bernardo Bátiz y el resto de los candidatos del PRD por Benito Juárez fueron acompañados por miles de seguidores que fueron a apoyarlos sin que tuvieran que llevarles a Isabel Madow o cualquier otra estrellita de Televisa--como lo ha estado haciendo César Nava para ver si así alguien va a sus mítimes.
Platiqué con personas que fueron al mitin y me dijeron algo que no me esperaba: van a votar por el PRD solamente para jefe delegacional (o sea por Bernardo Bátiz) y por diputado local. Pero para diputado federal centeneras de votantes determinaron apoyar a la candidata del PT Maricarmen Ojesto. La razón, comentaron a este tecleador, es que de esa manera se podían asegurar los votos suficientes para que Porfirio Muñoz Ledo pueda ser diputado federal por el PT por la vía plurinominal, ya que Muñoz Ledo también va por la Benito Juárez.
Por cierto que me comentan que hubo un par de provocadores en el mitin de Bernardo Bátiz. Pero no del PAN; ¡Del PRI!
Y luego dicen que PRI y PAN no son lo mismo.
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