Por Polimnia Romana
24 de Junio, 2009 - 00:00
Los seres humanos nos regimos o actuamos por lo que consideramos importante. La diversidad entre las personas hace que para unas sea importante lo que para otras tal vez no lo es. Sin embargo, cuando hablamos del conjunto social sí hay cosas que son importantes para todos, como el bienestar de la gente, la seguridad de los niños, el respeto a las normas que como sociedad nos hemos marcado. Pero resulta que la TELE ha venido imponiendo a la sociedad la jerarquía en los aspectos que al gobierno le conviene que sean importantes para la población.
Esto es un hecho innegable que ha contribuido a la deshumanización.
Los medios pretenden que nos olvidemos de la muerte de 47 niños incendiados en una guardería, que el Estado entregó irresponsablemente a particulares a los que no piensa castigar.
Los medios pretenden que se dé carpetazo a la intromisión del Tribunal para imponer a una candidata que no fue elegida por los integrantes de un partido, y quieren convencernos de que el único personaje que ha luchado incansablemente contra las injusticias del régimen, es un loco desequilibrado. Pero resulta que la gente ya no cree en las mentiras de la TELE, y se da cuenta de los arreglos que hacen los dueños del dinero, que es de todos, para conservar sus privilegios a costa del empobrecimiento del pueblo y del detrimento del país.
El Movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador está dando señales que preocupan mucho a los medios, pero principalmente al gobierno usurpador y a sus cómplices. De otra manera no se explica por qué tanto ataque, tanto tiempo desperdiciado en descalificar a un personaje que, según ellos, ya está sólo y destruido.
En casi tres años del gobierno calderonista, ha sido López Obrador quien ha marcado la agenda, y ha descubierto ante la opinión pública las verdaderas intenciones de las medidas que se han tomado y que sólo han hundido más al país. No es que sea profeta ni mucho menos, lo que sucede es que es el único que tiene el valor de llamar a las cosas por su nombre y sin rodeos.
Lo importante para el pueblo es justamente lo que él defiende y por lo que lucha todos los días, pero no es importante porque él lo dice, es importante porque es importante para el pueblo empobrecido, desesperado y harto de tanta injusticia.
No van a poder cambiar el sentir y el dolor de la gente, que ya rebasó el límite de lo soportable, o, ¿algún padre que perdió a su hijo en un incendio que pudo ser evitado, va a dejar de sufrir porque se lo dicen en la TELE?
Me temo que no, hay cosas tan importantes que no van a dejar de serlo nunca.
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