Los recorridos por Iztapalapa fueron agotadores. Sin embrago, cualquier cansancio físico se supera con la energía de tanta gente esperanzada en el verdadero cambio que ya le urge al país.
Me siento afortunada. Presenciar tantas reuniones con el pueblo de Iztapalapa es una de las experiencias que nunca voy a olvidar.
Esa fe que conserva la gente es la que mantiene a Andrés Manuel de pie, porque él lucha para que las cosas cambien para ellos; un empleo bien remunerado, servicios eficientes, escuela para sus hijos, protección para sus ancianos y tantas cosas más que les han sido negadas por la corrupción de gobernantes deshonestos.
Escuchar sus gritos de apoyo y sus consignas es como un alimento para el espíritu, tan deprimido por las malas noticias que los medios tratan de ocultar, como la impunidad en Sonora tras el asesinato de 47 niños, como la pérdida de los ahorros de los trabajadores, como la violación a los derechos de los ciudadanos, y las miles de muertes que ha cobrado una guerra inútil, de odio y de afrentas entre los que manejan los hilos negros debajo de la mesa.
A pesar de los descalabros de Calderón, desde que empezó su gestión, los medios insisten en pintar los hechos de color de rosa, o más bien de azul, y es que hay mucho dinero de por medio, muchos compromisos adquiridos para imponer a un empleado que siguiera sosteniendo lo que ya resulta insostenible.
Qué bueno que Andrés Manuel fue a Televisa a entregar una carta, que hoy ya es pública, en la que reclama el uso faccioso de la televisora en el manejo de la información y el ataque constante al Movimiento que encabeza. Muchos pensarán que es inútil cualquier esfuerzo ante estos poderosos señores, pero lo cierto es que por pensar que será inútil lo que hagamos todo sigue igual.
El cambio tiene que irse construyendo poco a poco, con pequeñas acciones, con denuncias constantes, con organización de la sociedad para ir cerrando el paso a la ambición desmedida.
Hay que experimentar siempre otros caminos, tener un pensamiento divergente y no dejar de asombrarnos por la fuerza que está generando este Movimiento de conscientización por todo el territorio.
El camino que ha elegido Andrés Manuel es el de la no violencia y por ese vamos a seguir transitando, porque es el más seguro para todos, incluso para los que no han querido verlo de esa manera.
¡Apoyo total a Clara Brugada en Iztapalapa! ¡Comparte!
No hay comentarios:
Publicar un comentario