martes, 4 de agosto de 2009

Los hechos hablan más que las palabras

Por Polimnia Romana
04 de Agosto, 2009 - 00:00
En el Proyecto Alternativo de Nación que presentó Andrés Manuel López Obrador en campaña, uno de los puntos más importantes para reactivar la economía se refiere a la construcción de obras públicas, además de que hacen falta generan empleos, de esos que prometió Calderón.
Hoy nos enteramos que sólo en el primer trimestre de este año se registró un subejercicio de 4 mil 341.4 millones de pesos.

Y, ¿qué creen?, el 61 por ciento se concentró en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que es la encargada de coordinar la construcción de las obras de infraestructura que supuestamente servirían para el programa “contracíclico” del gobierno federal para enfrentar la recesión económica.

Así que el tal Horcasitas, quien firmó contratos de subrogación sin verificar el estado en el que los particulares embodegaban niños, resultó también un inepto en su nueva chamba, donde sigue tan campante.

Otro de los renglones con alto índice en el subejercicio es el de Salud, cuando millones de mexicanos no tienen acceso a servicios médicos, no digamos especializados sino elementales, sin dejar a un lado, por supuesto, a otras secretarías como Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación; Economía; Trabajo y Previsión Social; Reforma Agraria y Turismo, entre otras.

Así que el bla, bla, bla del usurpador y de los medios que le siguen la corriente sólo sirve para irritar más a una población que ya no ve lo duro sino lo tupido. Porque no se trata sólo del robo al erario por parte de los funcionarios corruptos que impiden el desarrollo y el crecimiento del país, sino que a estos ineptos y cínicos no se les pide rendir cuentas ni pagar por sus fechorías.

Esa es la esencia del odio desmedido por Andrés Manuel López Obrador desde el momento en el que alcanzó el porcentaje más alto en las preferencias rumbo al 2006, por eso lo atacaron y lo siguen atacando todos los días. Sabían que él no se presta a complicidades ni hace arreglos en perjuicio de la gente.

Ahora que todo lo que él advirtió ha sucedido, que la crisis nos rebasa, que la impunidad impera y que los más corruptos entre los corruptos siguen manejando los hilos de la política, los medios se lanzarán con toda su furia contra Andrés Manuel. No le van a perdonar que siga teniendo la razón y que los hechos hablen por sí mismos

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