México, todavía hasta ahorita, “está festejando”, sí: su bicentenario, el de la Independencia… y en breve sigue “el festejo” del centenario, ese, el de la Revolución Mexicana. Lo anterior es la versión oficial… o mediática, que para el caso es lo mismo. Sin embargo, México ha llegado ya a un nivel de contrastes tan evidente que ya ni televisa puede tapar el sol con un dedo, aunque sí: todavía hay mexicanos por ahí salpicados que sí se tapan su propio sol con un dedo. En fin… de que los hay, los hay.
¿Qué se puede decir que no se sepa de lo que vive México hoy en día y me refiero hasta el día de hoy, 16 de septiembre de 2010, siendo las 14:45 hrs., momento en que redacto estas líneas? Creo que ya casi nada. Hablar de la situación laboral a nivel nacional, misma que engloba la situación sindical y de garantías laborales violadas y derechos históricos conquistados pisoteados es el PAN de cada día; hablar de la situación precaria de acceso a la salud con que cuentan la mayoría de los mexicanos es otro de esos PANes que se viven día a día: desde instalaciones deficientes, hasta el mercado de los medicamentos (sí: mercado, la salud también se ha degradado de derecho a negocio a los ojos del neoliberalismo); hablar de la obligación del estado a proporcionar las mínimas (por decir lo menos) posibilidades de bienestar social, si esto queda tristemente opacado por la historia de una guardería subrogada y cuyos delincuentes principales siguen impunes (la esposa de Felipe Calderón entre esos) es también el relato de todos los días; ¿y nuestra educación “de calidad”, comandada por toda una lideresa corrupta y asesina dispuesta a momificarse (más) en el puesto antes que soltarlo?
Nada nuevo bajo el sol, ¿verdad?
Hablar de lo que acontece con el SME, con Cananea, con Minera San Xavier y Pasta de Conchos; hablar de la precaria situación del campo, desde cómo se ha descapitalizado hasta pasar por la invasión de los transgénicos y la persecución y criminalización que sufren todos aquellos que defienden su tierra, tampoco es algo nuevo; hablar de Mexicana de Aviación, de una presunta reforma laboral en espera de ser aprobada y que sería una sentencia mortal para todo aquel que trabaje en tal o cual empresa, sea pública o privada, todo esto ya es historia conocida. Una estrella más de lo que es el PAN de cada día en el canal de las estrellas.
Hablar de que universidades públicas como la UNAM están en la mira de la privatización; hablar de Pemex y como ha sido saqueado y descapitalizado adrede por todos los gobiernos que se lo han chupado para así terminar de justificar qué “es necesaria la ayuda extranjera”; hablar de los desaparecidos políticos a los largo de tantas décadas, todo, todo esto forma parte de historia ya conocida y repetida.
Pero es eso: Historia y no se puede olvidar ni pasar por alto.
¿Y que podemos hablar de aberraciones escupidas y vertidas? Claro que se puede: hay de sobra. Alonso Lujambio, flamante secretario de educación, nos ha llamado mezquinos a todos aquellos que nos cuestionamos si tenemos algo que festejar en este bicentenario; y el clero católico también brincó al decir que era pecado no ponernos a festejar en esta fecha; Salma Hayek tuvo a bien salir en esos spots estúpidos de la estúpida IniZiativa México -bajo el sello de televisa, por cierto- llamándonos a festejar… ella, radicada cómodamente en el extranjero, lejos de la tragedia nacional que viven millones de mexicanos día a día entre desempleo, pobreza, hambre y hasta muerte bajo balas perdidas o retenes militares “despistados” (oops, perdone usted por haberlo confundido con un narcotraficante y haberlo matado, para nosotros todos son iguales); Alex Syntek, cantantillo de pacotilla de televisa, tuvo a bien ponerse a componer una canción hueca y sin-sentido ques’que sería el himno del bicentenario y que ya hasta fue abucheada tanto en vivo y en directo como en redes sociales como twitter, de tal manera que mejor tuvo que cerrar su cuenta y en la página principal de prodigy (Slim MR) durante todo este mes se han visto encabezados absurdos como el ponerse a elegir a cantantes representativos de nuestro México (¡en la madre!) en lugar de ponerse a contar de la verdadera historia de nuestro pueblo y ensalzar a los verdaderos hombres que han intentado darnos patria, pero no puedo pedir eso cuando la misma SEP ha eliminado materias elementales para la educación básica como la Historia de México y el Civismo en un intento obvio por eliminar todo fomento y conocimiento de nuestra verdadera identidad nacional, misma que conlleva a la defensa de nuestros verdaderos valores como mexicanos.
Todo esto también forma parte de la triste y absurda historia de “los festejos del bicentenario”… pero no deja de ser Historia y algún día tendrá que quedar plasmada en libros de enseñanza para que las generaciones futuras conozcan y eviten que estas aberraciones vuelvan a suceder.
Más allá de esta realidad, que, guste o no, es la que se vive hoy en día ese México del bicentenario, cabe mencionar el Grito alterno que año con año festeja Andrés Manuel López Obrador con la gente y este año los contrastes fueron todavía mucho más evidentes que en años anteriores. Mientras el Zócalo Capitalino se convirtió en un bunker que dio acceso a “invitados internacionales” limitando el acceso al mexicano promedio bajo un despliegue de fuerza brut… perdón: pública, que además de mostrar de qué manera se utilizan nuestros impuestos, muestra también el tamaño del miedo de semejante enano mental y moral; mientras en Palacio Nacional se dieron cita en noche de gala los verdaderos dueños y patrones de México, unos que gobiernan a través de la mente con la percepción de ideas, otros que gobiernan a través de los miedos, otros que gobiernan a través de las creencias y otros que gobiernan a través del control del dinero; mientras que el listado de “invitados VIP” de FeCal da una clara muestra del lado donde se depositan los intereses y además nos da un muy claro atisbo de hacia dónde se apostará todo el poder político-mediático-monetario en el 2012, en Tlaltelolco, en la Plaza de las 3 Culturas, AMLO dio el Grito de los Libres… y en este año ese término, ‘De Los Libres’ no pudo ser más significativo, pues verdaderamente a este lugar asistieron no los acarreados (como sí fueron llevados al Zócalo), ni los efectivos militares con despliegues intimidatorios, ni los oligarcas explotadores del pueblo; no hubo presencia de riqueza ostentosa e insultante, AMLO no fue a hacer acto de presencia para después irse a cenar en vajilla con costo de un millón 881 mil pesos (así operan los impuestos de los mexicanos, niños y niñas).
El Grito de los Libres fue eso: un Grito de hombres y mujeres libres, un grito al que asistieron porque así lo desearon, en el que hicieron acto de presencia porque sabían que era una opción verdadera y opuesta al teatro mediático; asistieron porque asistir a ese tipo de eventos es como visitar a los buenos amigos, a quienes te vuelves a encontrar; asistieron porque asistir es reafirmar el compromiso de la lucha y reivindicar los valores históricos de nuestra nación, esos… los que el neoliberalismo PANista está intentando por todos los medios borrar, como si la Historia pudiera ser eliminada de golpe y plumazo; asistieron porque la razón se sigue imponiendo día con día, aunado al tremendo desencanto porque México en su realidad no tiene nada que festejar.
Todo esto fue El Grito de los Libres y es un festejo que tiene que alcanzar a todo el país tarde o temprano, porque hombres como AMLO deberán estar dentro de poco tiempo en Palacio Nacional festejando con el pueblo, pero no solo de palabras y con gritos, sino porque los hechos así nos inviten también a festejar. Cuando las circunstancias sean otras (que es para lo que estamos trabajando arduamente ya muchos de nosotros), ese Grito de los Libres tendrá que ser algo muy alejado de la propaganda mediática, cuando demandas tan básicas como ‘La tierra es de quien la trabaja’, misma que viene siendo un pendiente de resolver desde la Revolución Mexicana, sean verdaderamente subsanadas y el espíritu de nuestra Constitución Política sea respetado y aplicado. El Grito de los Libres deberá imperar por encima de un México agraviado, lastimado, saqueado y desangrado porque existen mexicanos que saben decir 'NO' ante las injusticias y el atole con el dedo que nos quieren imponer.
Videos cortesía de RadioAMLO de lo que aconteció en Tlaltelolco la noche de ayer. Como siempre, las palabras de Andrés Manuel contrastan con la "verdad oficial":
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* El colofón: Para chutarse una más de las imbecilidades del PANismo en este México bicentario, esta nota que no tiene desperdicio alguno: http://www.tribunadequeretaro.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1381%3Agobierno-panista-capitalino-honra-memoria-de-porfirio-diaz-y-victoriano-huerta&catid=35%3Agral-soc&Itemid=61
Gobierno panista capitalino honra memoria de Porfirio Díaz y Victoriano Huerta
Víctor López Jaramillo
Como parte de los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, el gobierno panista de la alcaldía capitalina ha adornado la ciudad con pendones con imágenes alusivas a héroes de dichos momentos históricos, entre quienes incluyeron a Porfirio Díaz, dictador contra quien Francisco I. Madero se levantó en armas en 1910, y Victoriano Huerta, quien tras un golpe de Estado asesinó al propio Madero, que había sido electo presidente de manera democrática tras el exilio de Díaz.
Es decir, para el gobierno capitalino encabezado por Francisco Domínguez Servién, tanto Porfirio Díaz y Victoriano Huerta son personajes dignos de ser recordados y honrados colocando su imagen en pendones por las principales avenidas de la ciudad junto a las de Pascual Orozco, José María Pino Suárez, Ricardo Flores Magón entre otros.
Los carteles alusivos a la Independencia y la Revolución, que contienen la imagen en tonos grises, adornados en la parte inferior por un diseño que intenta representar una banda tricolor, tienen el escudo del Gobierno del Municipio de Querétaro, el logotipo de la Q que distingue a la administración de Domínguez Servién, la marca de la empresa Megacable y el distintivo del Festival Bicentenario.
Dichas imágenes colgadas en postes en las principales avenidas fueron colocadas sin orden cronológico alguno ni más explicación que una pequeña biografía de un párrafo y apenas diferenciando en una acera a los personajes de la Independencia y en otra a los de la Revolución.
En lo que respecta a los personajes revolucionarios, la imagen del dictador Porfirio Díaz se puede apreciar, por lo menos hasta este lunes 13 de septiembre, en Avenida Universidad en sus intersecciones con Calle Invierno y Avenida 5 de Febrero.
En tanto, el pendón con la imagen de Victoriano Huerta, a quien todas las facciones revolucionarias desconocieron como presidente y lo llamaron usurpador, se puede apreciar en la misma Avenida Universidad, dos veces consecutivas.
Llama la atención la redacción de la mini biografía de Huerta, que dice que en 1913 “destruyó a Madero”.
Cabe destacar que entre los personajes destacados de la Independencia, el gobierno capitalino incluyó a edificios y acontecimientos como la Parroquia de Dolores y la “Ejecución de los Caudillos”, es decir, cuando Hidalgo y Allende fueron fusilados en 1811.
Entre los personajes de la Independencia también se incluyó a Agustín de Iturbide y Miguel Domínguez
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