Carlos Fernández-Vega
Contraria a la novela rosa que recientemente fue a leer el secretario de Hacienda al pleno de San Lázaro, en la Cámara de Diputados existe preocupación por el panorama económico nacional y consideran escenarios más complicados para 2011, lo que llevaría a la mayoría de sus integrantes a reconsiderar y reacomodar (si vale el término) con fines productivos y de crecimiento la propuesta calderonista para 2011. El horno no está para bollos, pero en la residencia oficial todo lo ven maravilloso.
Presentado por Calderón el paquete económico para el próximo año, registrados los primeros encontronazos entre San Lázaro y Los Pinos, y superada la cruda de los festejos del bicentenario, la mayoría de los legisladores (todos en el caso de los ingresos; sólo los diputados en el del presupuesto) tendrá que sacar tijera e hilo para remendar el descuidado armado presupuestal y, con ello, promover el crecimiento en el país, puesto que en Los Pinos sólo cuidan celosamente el comportamiento del déficit público y, desde luego, que no se afecten los niveles de bienestar de la burocracia dorada.
Con la fiesta superada, y apagado el discurso patriotero, los inquilinos de San Lázaro y Xicoténcatl deberán rearmar la propuesta económica del calderonato e intentar hacerla compatible con la realidad y las necesidades nacionales, algo totalmente fuera de la novela rosa que se lee en Los Pinos. En vía de mientras, la propia Cámara de Diputados, por medio de un análisis de su Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, señala que se observan signos preocupantes en el comportamiento económico del país, y en este contexto utiliza diversos indicadores para subrayar que la lectura de la realidad nacional no puede darse superficialmente.
En este sentido revela que si bien se tuvo una mejora en las expectativas de los especialistas del sector privado, un avance en la confianza del consumidor y recuperación en el nivel de empleo, lo anterior se contrastó con el hecho de que el crédito al sector privado continúa en terreno negativo, que la producción industrial evoluciona a un ritmo lento y que el sector de la construcción se mantiene estancado desde hace 23 meses. En consecuencia, a pesar de las perspectivas positivas, el desempeño que muestran las variables económicas evidencian la debilidad de nuestro mercado interno, por lo que aún no es pertinente hablar de solidez en la recuperación de la economía mexicana.
Adicionalmente, por el lado del sector externo tampoco es previsible que se dé un impulso a dicha recuperación, toda vez que las propias autoridades de Estados Unidos esperan una desaceleración de su economía para la segunda mitad de 2010, derivada del menor consumo y bajos niveles de empleo. Al margen de ello cabe señalar que datos recientes de la industria manufacturera mostraron una ligera recuperación; sin embargo, los especialistas prevén que no se mantenga a corto plazo. Como resultado, es necesario que nuestro país replantee la estrategia para impulsar su crecimiento, ya que por un lado, a corto plazo no se prevé que el mercado externo proporcione un impulso a la actividad económica nacional, y, por el otro, el mercado interno no da señales de que consolide su recuperación.
A pesar del optimismo oficial sobre la evolución económica de México, se anticipa una menor dinámica para la de Estados Unidos. Para 2010 prevén un crecimiento de 2.8 por ciento, cifra menor en 0.2 puntos porcentuales a su estimación anterior; en 2011, anticipan sea de 2.6 por ciento, 0.2 puntos porcentuales menor al pronóstico previo. Lo anterior, a consideración del CEFP, implicaría la posibilidad de una menor demanda externa para la economía mexicana a través del menor crecimiento de sus exportaciones, al desacelerarse la dinámica de su principal socio comercial, lo cual tendría repercusiones negativas sobre el crecimiento nacional. Sin embargo, se puede inferir que el optimismo del sector privado sobre el crecimiento económico para 2010 está sustentado en una mayor actividad económica para el segundo semestre del año, apoyada por un lado, en un incremento de la demanda interna, la que a su vez podría estar impulsada por la recuperación de empleos, una mejora en el poder adquisitivo del salario dado el menor nivel de inflación, y mayor precio del petróleo crudo de exportación respecto al que estima la SHCP y, por el otro, en el aumento de la inversión extranjera directa.
No obstante, la encuesta que entre especialistas del sector privado levanta el Banco de México advierte que entre los principales factores que podrían limitar el ritmo de la actividad económica durante los próximos meses, de acuerdo con su orden de importancia, están: la debilidad de los mercados externos y de la economía mundial, la ausencia de cambios estructurales en México, la debilidad del mercado interno, los problemas de inseguridad pública y la inestabilidad financiera internacional.
Por otro lado, el Inegi informó que en agosto de 2010 el índice de confianza del consumidor (ICC) aumentó 8.78 por ciento en tasa anual, con lo cual hiló su octavo mes de alzas consecutivas; sin embargo, el nivel del índice se mantiene aún por debajo del máximo visto en agosto de 2001. Todos sus componentes registraron movimientos positivos. Sin embargo, a pesar del optimismo de los consumidores, éstos se enfrentan a una mayor astringencia del crédito ya que, en julio de 2010 el crédito al consumo de la banca comercial tuvo una caída real anual de 10.25 por ciento, además de que la tasa de desocupación se encuentra en niveles elevados, en julio de 2010 fue de 5.70 por ciento de la población económicamente activa; por lo que el CEFP considera que el impulso al crecimiento económico nacional por parte de la demanda interna continuará siendo débil.
En julio de 2010 la cartera de crédito total de la banca comercial presentó una tasa de crecimiento real anual de 4.7 por ciento, pero el financiamiento al sector privado no financiero mantuvo un retroceso anual real de 1.5 por ciento (con ello liga 15 meses continuos de tasas negativas). En este último el crédito otorgado al sector industrial creció 0.1 por ciento, siendo la primera tasa positiva en lo que va del año. El otorgado a las manufacturas cayó 6.6 por ciento, y al consumo 10.3 por ciento a tasa real anual en el mismo mes, acumulando ya 21 meses consecutivos de caída.
Las rebanadas del pastel
Para el diván: ¿será que de niño le impidieron jugar libremente a la guerra y le escondían sus soldaditos de plomo, y de allí el inocultable placer que le provocan los uniformes y el ceremonial militar?
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