El pasado 1º de Abril del año en curso, en un simple volante (sin la firma de algún funcionario o dependencia del IMSS), dirigido a los Jubilados y Pensionados que laboramos durante tres décadas en el IMSS, se nos informa que “a partir del mes de Mayo 2011 el cobro de la pensión será por medio de Tarjeta de Débito Banamex y se pone a disposición la sucursal Álvaro Obregón ubicada en Javier Mina No. 450, esquina Leona Vicario, Colonia San Juan de Dios”.
Esta medida, representa una flagrante violación a la Fracción X del Artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, a los Artículos 101, 108 y 109 de la Ley Federal del Trabajo, así como a las Cláusulas 93 y 94 de nuestro Contrato Colectivo de Trabajo vigente (firmado entre el IMSS y el SNTSS); y significa un atentado contra los más elementales derechos humanos y sociales, ya que sin tomar en cuenta nuestra opinión deciden por nosotros sin respeto, sin consideración a nuestra edad y a nuestras condiciones físicas, porque somos tratados como objetos y no como seres humanos.
¿Porqué nos oponemos? Porque más allá del sentimentalismo con el que esperamos el día de cobro para ver a nuestros compañeros y saludarnos con la fraternidad que nos distinguió al desempeñar nuestro trabajo, en donde al igual que ahora, no sólo nos veíamos como compañeros sino como familia, y que la plática, el saludo, el apoyo tácito y la mirada de cariño forman parte de la espera en la fila.
Desaparecer esta convivencia, sustituyéndola por el cobro frío e individual en el banco, quizá sería lo de menos, pero se les olvidó que no todos estamos en condiciones de trasladarnos y menos a una zona tan riesgosa como San Juan de Dios.
¿A quién se le ocurrió la desequilibrada idea de que sólo de 8 a 9 de la mañana se podrá cobrar nuestra pensión en el Banco más usurero de México, y que si no podemos desplazarnos ese día y a esa hora, tendremos que batallar por siempre con la máquina llamada cajero automático?
Quienes suscribimos la presente ¡NO QUEREMOS Y NO NOS DA LA GANA! que sea el banco el depositario de nuestro salario. Toda una vida de trabajo dedicada al IMSS y a los derechohabientes, nos otorga el derecho de decidir a cobrar, gastar y administrar nuestro dinero.
En el D.F. y en otros estados de la República se ha rechazado esta medida, que atenta contra nuestros derechos y nuestra dignidad. Alertamos a Jubilados y Pensionados para que no realicen ningún trámite y no se dejen engañar, porque no es una comunicación oficial, no dan la cara y nos faltan al respeto.
Recuerden que: ¡Dejar de Luchar, es empezar a Morir!
Guadalajara, Jal., 3 de Abril de 2001.
Responsables de la publicación: Soledad Villalpando Pérez y Adriana Lourdes Abundis Medina. Domicilio Social: Calle Gregorio Dávila No. 1011. Colonia Artesanos.
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