ya un grueso de la sociedad, fácil, rebasamos a estos analistas de escritorio. Nomás deja que la izquierda llegue al poder y comience a equilibrarse de verdad la correlación de fuerzas hoy desiguales.
Los medios no son tontos, no por nada no sueltan ni un ápice los micrófonos a la verdadera opinión pública (de ahí que sean ellos los que se ensalcen como la voz de esa opinión pública). A estas alturas de la lucha conozco a tantos camaradas ya tan empapados en información, tan politizados y tan concientes, ya liberados de telarañas mentales, que le ganan un debate a la mesa de Primer Plano y con mayor razón a la de tercer legrado (a esta la dejan en la lona, de plano).
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