Ahí gobierna la Izquierda desde 1997 y digan lo que digan, lo han hecho bien Cuauhtémoc Cárdenas, Rosario Robles, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard. Pero hoy se habla de "las izquierdas". Sólo "las izquierdas", dijo Ebrard, recientemente pueden salvar al país", parodiando a Andrés Manuel López Obrador, que dice "Sólo el pueblo puede salvar al pueblo". Izquierda y Derecha son términos que deben emplearse en singular y utilizar adjetivos para obtener cierto grado. La idea de varias izquierdas tiene un origen sucio: La "rajada", diríamos en buen mexicano, de Jesús Ortega frente al presidente espurio Calderón.
Ese uso del plural, para excusar a Chuchos, Navarretes y otros de un pragmatismo ramplón, huele mal y se presta a interpretaciones como la que hoy padece Ebrard al que en algunas publicaciones se le está ubicando en "la izquierda rosa", sobre todo a raíz de la presentación de su nueva novia, la exembajadora de Honduras, la muy bonita Rosalinda Bueso, y su exhibición en la revista "Quien", en donde explicó ingenuamente que quiere ayudarle a su amor a cumplir su sueño, la presidencia de México. Ay, ay, ay.
A los candidatos DE IZQUIERDA, sin ninguna S, les hace falta hablar pública y francamente, en buena onda, pero consistentemente y presentar un plan de gobierno claro, definido, profundo que la población pueda estudiar con tiempo. Encuestas y otras vaciladas electoreras no sirven ya. La popularidad pop, valga la redundancia, ya es obsoleta. La situación de México es demasiado grave para que argumentos de gaviotas puedan convencer a nadie, salvo a los frívolos que tienen como guía de conciencia y fuente de conocimiento las telenovelas del Canal 2.
En el 2012 y después del obvio desastre nacional, los mexicanos tenemos obligación hacia la patria, hacia nuestros compatriotas, de dejar de ser AP, analfabetos políticos, para reflexionar a profundidad, con entendimiento e integridad, sobre las ingentes necesidades del país para poder seguir adelante como tal. Las ideas son lo principal, no el copete u otras intrascendentes particularidades de los candidatos. Es en función de un análisis ciudadano serio y no de futilezas que cada votante tendrá que seleccionar para presidir a este país a la persona más indicada, al que de veras pueda sacar a "este buey de la profunda barranca", como diría el Brozo, en que lo hundió el panismo. Ya nadie cree ni en santaclos ni en spots ni en concursos de belleza. Ni en propaganda de publicistas gachupines como Antonio Solá y gringos como Dick Morris, de quinta, como hemos tenido la desgracia de comprobar.
El pueblo somos todos, sin connotaciones partidarias, clasistas o racistas. Tal es el Movimiento de Regeneración Nacional, que ha formado López Obrador contra viento y marea en estos años de constante marcha por todos los rincones de México. Sin que importe su acento tabasqueño, ha creado una conciencia ciudadana abierta, saludable e inteligente. De buena fe y de amor por el país en que nacimos y queremos los que ahí nos unimos. En los tres o cuatro libros de AMLO, claros, sencillos y contundentes, la gente de Morena ha podido estudiar literalmente lo que es el México actual y lo que necesita. Los demás candidatos no cuentan con bibliografía alguna ¿o sí? Ah, es que sólo hablan de "inversiones" externas, más venta del país. Para ellos no hay otra solución, no producen confianza en sí mismos.
-"Hay que cambiar la política agropecuaria a fin de rescatar al campo mexicano y dejar de comprar en el extranjero lo que se consume en el país. Para lograr la autosuficiencia se requiere un cambio en la política que se ha venido imponiendo desde el sexenio de Carlos Salinas, de comprar afuera lo que podemos producir nosotros, con el añadido de que tenemos que destinar miles de millones de dólares a la compra de productos importados". AMLO.
Tan sencillo como eso. Lo mismo hicieron con la gasolina y otros productos con tal de enriquecerse los prianistas. El fortalecimiento de la producción mexicana ergo del mercado interno es sólo un punto importante dentro del pensamiento de AMLO. Si se hubiera aplicado la lógica décadas atrás, no estaríamos como estamos. El patriotismo no sólo es hermoso, sino que es práctico y útil. No hay país sano si no cuenta con una elemental independencia alimentaria, producida in situ. No hay país que se sostenga si no cuenta con un mercado interno fuerte. Pero México desde 1982 fue entregado al neoliberalismo por los traidores Miguel de La Madrid y Carlos Salinas y sus polluelos. Es decir, se entregó a las transnacionales en detrimento de la población y la producción interna. De modo que es perfectamente normal que AMLO para sanar a México y detener el saqueo en dólares, siga la famosa teoría de Gandhi, el creador de la India moderna, no sólo el defensor de la India profunda. Por eso es la potencia actual que es. En fin, tendrían que hablar los candidatos de Izquierda en singular, que, sin duda, coinciden en este tipo de ideas, pero tendrían ya que hacerlo en público para beneficio de los futuros votantes. ¿Qué conservan los conservadores? Por lo visto sólo sus privilegios. La Izquierda hoy tiene la obligación de conservar la sabiduría de la humanidad.
@manouscritaa
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