En una charla que este martes sostuve con Martí Batres (@martibatres) en Twitter, este se despidió agradeciendo los comentarios de solidaridad que ha recibido.
Le dije que en su conflicto con Marcelo Ebrard Casaubón (@M_Ebrard) muchos lo habíamos apoyado porque el actual jefe de gobierno del Distrito Federal se había visto simple y sencillamente miserable al despedirlo.
El que no lo apoyó, por más que Batres diga lo contrario, fue Andrés Manuel López Obrador, quien por “estrategia” prefirió darle la razón a Ebrard.
Fue muy claro que entre Ebrard y Batres, Andrés Manuel escogió al más poderoso.
A pesar de lo anterior, Martí Batres sigue diciendo, en público, que apoya con todo a López Obrador. Para mí eso es algo incomprensible. No entiendo la cultura de la “lealtad” extrema hacia el líder, aunque el líder le haya dado la espalda a uno. Por eso, le dije a Batres que, en México, en el fondo todos somos priistas. Es una pena que hasta en la izquierda la política continúe siendo el arte de tragar mierda.
Yo no se la tragaría a nadie, ni a Andrés Manuel López Obrador ni, hace años, a Luis Donaldo Colosio.
Por eso no soy político ni lo seré nunca. Por eso Martí Batres lo es y por eso, en la esencia, no se diferencia de ningún otro.
Martí Batres está convencido de que AMLO va a ganar la encuesta en la que se basará la izquierda para elegir a su candidato presidencial. Creo que Martí no entiende lo que el PRD está planeando: una encuesta que coincida con el promedio de encuestas que los medios den a conocer en su momento y que, ¿alguien lo duda?, de tan cuchareadas no van a favorecer a López Obrador. Ese proyecto está en marcha, como lo evidenciaron Radio Fórmula y Milenio al dar a conocer una encuesta en la que Ebrard aplasta a López Obrador, la de GEA/ISA, empresa que cedió a uno de sus directivos, en 2006, para que se hiciera cargo del CISEN, esto es, del centro de espionaje del gobierno de Felipe Calderón.
Como hoy la columna política de Reforma da a conocer que AMLO declinará a favor de Ebrard, le pregunté a Batres si él apoyaría a Marcelo en caso de que Andrés Manuel se hiciera a un lado. Su respuesta fue: “Toda mi vida he votado por el candidato presidencial de la izquierda”. Es decir, siempre un político correcto, Martí, aunque le pese, como mínimo le daría su voto a Marcelo.
Yo, que no soy político, si AMLO declinara a favor de Marcelo Ebrard, por ningún motivo apoyaría al actual jefe de gobierno. No confío en Ebrard, y ya.
Veo en AMLO valores muy positivos, a pesar de sus defectos (como el no haber sido leal con Batres). Y a Ebrard no le alcanzo a ver nada positivo, más allá de que le gusta vestir con elegancia.
Para Martí Batres es muy importante seguir apoyando a AMLO. Desde luego que sí. Pero no como a un líder religioso, esto es, no acríticamente. Así las cosas, que yo cuestione a AMLO porque falló al no apoyar a Batres no significa que me aleje del movimiento Morena. Para nada. No veo por qué no podemos sus seguidores cuestionar con fuerza a AMLO. Creo que podemos y, todavía más, debemos hacerlo.
En la lucha por la candidatura de izquierda al GDF, Martí Batres me dijo en Twitter: “Vamos bien posicionados y aún no hemos empezado”. Le aclaré que él, sin duda, está mucho mejor posicionado que Mario Delgado, @mario_delgado1, el precandidato favorito de Ebrard, pero que lo veo al nivel de Porfirio Muñoz Ledo, Alejandra Barrales (@Ale_BarralesM) y Carlos Navarrete (@navarretecarlos).
Martí Batres dijo sobre Marcelo Ebrard que, si bien ha realizado buenas cosas en su gobierno (como sus políticas sociales, el tema de las bicicletas, las cooperativas, el transporte público), en algunos casos, como en las grandes obras, no supo escuchar a la gente. Pese a su enojo, político al fin, Batres fue generoso con Ebrard. Está claro que no fue ni será correspondido.
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