Para el próximo año, el gobierno federal propuso un Presupuesto de Egresos que privilegia el gasto corriente (es decir, sueldos y prestaciones de la burocracia principalmente) y un recorte a los recursos para obras de infraestructura, que son las que generan empleos y mejoran la situación crítica en la que se encuentran la mayoría de los caminos, las carreteras, los hospitales, las escuelas, los centros carcelarios, las viviendas, etc.
Total, ellos ya se van con los bolsillos llenos y tienen asegurada su impunidad mientras no muevan un dedo para cambiar la política económica neoliberal que nos ha hundido como nación libre y soberana.
Pero lo increíble no sólo es la propuesta del gobierno federal y el aval de los legisladores prianistas, sino el silencio y la parálisis de mucha gente ante la continuidad del estancamiento económico, el desempleo y la falta de oportunidades para mejorar el bienestar de las mayorías.
La derecha siempre se las ingenia para mantener al pueblo desinformado, aletargado, reprimido, sumido en la impotencia y, ahora, aterrorizado por una guerra en la que no tiene nada qué ver.
Los grandes aliados y corresponsables del desastre nacional han sido los medios de comunicación, con una que otra excepción, que han cumplido el objetivo de enajenar al pueblo.
Para lograr un cambio verdadero en el país es necesario, como lo ha hecho Andrés Manuel López Obrador, recorrer todo el país para informar a la gente sobre las causas y los responsables de esta terrible crisis que vivimos, y también para proponer un camino distinto que nos lleve a obtener otros resultados y mantener viva la esperanza.
El crecimiento y la organización que ha logrado el Movimiento Nacional que encabeza López Obrador inquieta a la derecha, por ese motivo intensifica todos los días sus ataques y descalificaciones a través de los medios de comunicación aliados al continuismo.
La mejor señal de que el Movimiento de Regeneración Nacional permea en un gran sector de la población, que está dispuesto a protagonizar un cambio real, es esta serie de ataques y mentiras que propagan para desanimar a la gente.
Qué bueno que algunos mexicanos gocen de bienestar y seguridad gracias a la protección que el gobierno les brinda con el dinero del pueblo. Lo que necesitamos es extender ese bienestar y esa seguridad para TODOS, eso es lo justo.
Acabar con la desigualdad es el mejor camino, y para ello es necesario echar a andar un Proyecto de Nación distinto, contrapuesto al que el PRI y el PAN nos han impuesto.
Los privilegios, la corrupción y la impunidad se han convertido en una serpiente que se devora al país y aniquila al pueblo. Seguir alimentándola es un suicidio colectivo.
Conmemoremos estos días patrios poniendo nuestro granito de arena. Informemos de esto a la gente que nos rodea sin temor a ser descalificados. Tenemos argumentos de sobra para evidenciar que los responsables de la actual tragedia nacional tienen nombre y apellido.
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