Barack Obama pudo haber usado el pretexto de que “es que hay crisis en todo el mundo”, tan socorrido por el PAN, para justificar la falta de empleo en Estados Unidos. Pero no lo hizo. Declaró el día de ayer:
“Tenemos una economía mundial llena de incertidumbre ahora mismo. Algunos eventos están más allá de nuestro control. [Esta ley de empleos] es algo que podemos controlar.”
Para Obama no fue válido el “mal de muchos” del PAN. La ley de empleos a la que se refirió fue presentada ayer mismo y consiste en reducirle los impuestos de nómina a los trabajadores y a las pequeñas y medianas empresas, entre otras medidas.
Para solventar esta ley, Obama propuso recortarle las deducciones fiscales a los más ricos en Estados Unidos. Es decir, a los indivíduos que ganan más de 200 mil dólares al año, o a las parejas casadas que ganan más de 250 mil dólares al año.
También se les reducirán las deducciones a las empresas energéticas, a las firmas bursátiles, y a los dueños de jets corporativos.
Es decir, se beneficiará a quienes la crisis realmente los está ahogando, y se les pedirá que paguen un poco más de impuestos a los que no.
(DATO: los primeros en recuperarse de la crisis de 2008 en Estados Unidos fueron precisamente los más ricos. Sin embargo, no se han creado más empleos a pesar de esa mejora de los más ricos.)
El plan de Obama es realmente muy similar al de Andrés Manuel López Obrador, quien propone reducir impuestos a la clase media, los trabajadores y a las PyMEs--que son las que más empleo generan en México--pero eliminando los privilegios fiscales de las grandes empresas.
Y al igual que AMLO, Obama enfrenta una fuerte oposición por parte de la derecha que trabaja para los intereses de los más ricos.
La diferencia es que en Estados Unidos hay dos multimillonarios (de los más ricos del mundo además) que apoyan que los más ricos paguen más impuestos: Warren Buffet y George Soros. En México, ninguno de los grandes empresarios quiere ceder ni un milímetro en sus privilegios para que el país mejore.
Y claro, conforme escala la violencia en México, producto de la falta de empleo y oportunidades, muchos empresarios se van a Estados Unidos, donde tienen que pagar ¡más impuestos!
Por eso mejor AMLO 2012.
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