Josefina Vázquez Mota terminará por derrotar a Felipe Calderón en la contienda interna del PAN.
No tengo la menor duda acerca de que ella, con el apoyo de fuertes empresarios conservadores, será la candidata presidencial del panismo.
Josefina ha hecho mejor las cosas que los otros aspirantes blanquiazules y le tocará la dura tarea de defender la causa de su partido en una elección, la de 2012, a la que llegará en el tercer lugar de las preferencias, algunos puntos por debajo del izquierdista Andrés Manuel López Obrador y, ni hablar, lejísimos del líder, el priista Enrique Peña Nieto.
La señora Vázquez Mota, por más que lo intente, ni un solo voto le quitará a López Obrador.
Así que deberá concentrar su esfuerzo en debilitar a Peña Nieto, que es el que se ha llevado las simpatías que el PAN ha perdido por causa del mal gobierno de Calderón.
Para lograrlo, Josefina tendrá que recurrir al clásico procedimiento político de romper con el gobernante al que ella ayudó a llegar al poder y con el que, inclusive, colaboró.
La verdad de las cosas es que si Vázquez Mota no se distancia, y mucho, de Calderón, no tendrá ninguna posibilidad en 2012.
Son tres los temas en los que Josefina Vázquez Mota tendrá que hacer explícitas sus diferencias con Felipe Calderón: el de la seguridad, el del empleo y el de la corrupción.
Con todo el cuidado que suelen tener los políticos al hacer estas cosas, Vázquez Mota tendrá que aclarar, muy pronto, en qué forma acabaría con la guerra contra el narco que, evidentemente, solo ha servido para sembrar de muertos al territorio nacional y, con ello, para llenar dolor y miedo a las familias mexicanas.
Josefina no es tonta ni está loca y, al fin una mujer pragmática, sabe que el discurso guerrerista en extremo de Calderón ya se agotó. Así que lo va a cambiar, por supuesto que lo hará.
En el tema del empleo, Josefina Vázquez Mota tendrá que prometer un cambio profundo en la política económica, ya que el diseño actual privilegia cualquier cosa menos el trabajo de los mexicanos.
En esta materia ella tendrá que ser muy crítica con Calderón, sobre todo en la precampaña, lo que le servirá para derrotar el gallo oficial, el exsecretario de Hacienda, Ernesto Cordero.
En lo referente a la corrupción, Josefina tendrá que denunciar algunos excesos cometidos en el gobierno de Calderón, pero, sobre todo, deberá ser durísima al señalar los pecados que se dieron en el primer gobierno panista, el de Vicente Fox, en el que ella colaboró.
Para quitar votos a Peña Nieto, y para enmendar sus propias culpas, la señora Vázquez Mota deberá lanzar sus cuestionamientos en forma muy directa contra los hijos de Marta Sahagún de Fox, aquella arrogante primera dama de la que Josefina dependió en algún momento de su carrera… un momento que hoy, lógicamente, la precandidata desearía borrar totalmente de su pasado.
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