Para que una encuesta tenga validez estadística de un país en conjunto, se debe realizar de tal forma que no sobre-represente a ningún grupo en particular.
Es por eso que las encuestas presidenciales telefónicas no tienen validez estadística en México, puesto que sólo representan a la población urbana y que vota por el PAN, cosa que ademitió Gabinete de Comunicación Estratégica la primera vez que presentó una encuesta favoreciendo a Marcelo Ebrard en 2008, ya que esa encuesta, precisamente, era telefónica.
GEA-ISA, encuestadora cuyos 2 principales directivos fueron premiados con las direcciones del CISEN y de Pemex tras presentar encuestas que favorecieron a Felipe Calderón en 2006, presentó recientemente una encuesta que está literalmente al revés del resto de las encuestas.
Asegura, entre otras cosas, que Marcelo Ebrard supera en preferencia electoral a Andrés Manuel López Obrador, y que Santiago Creel está por encima de Josefina Vázquez Mota. Según Mitofsky, es todo lo contrario.
Aún más inverosímil: según GEA-ISA, la ventaja de Ebrard sobre AMLO es mayor entre los simpatizantes del PRD-PT-Convergencia que entre la población abierta, cuando ha sido todo lo contrario durante meses y un vuelco de ese tamaño no tiene justificación en hechos políticos.
El detalle para entender lo que hizo GEA-ISA está en la metodología de su encuesta, la cual admite que selecciónó a las casas para encuestar no de manera aleatoria en base a población, sino en base a “listado de secciones electorales en el territorio nacional, con los resultados de las elecciones para diputados federales en las cuatro últimas elecciones.”
Si la base para la encuesta fueron los resultados de las últimas 4 elecciones para diputados, entonces se favoreció a un electorado principalmente priista y panista, principales favorecidos en promedio en las últimas 4 elecciones de diputados, que además es menor al electorado de elecciones presidenciales en el 50% de los casos.
Es decir, la encuesta se hizo de tal manera que se favoreció las opiniones del PAN y del PRI.
Otro detalle: sólo 42% de los encuestados aceptaron y terminaron la encuesta. El resto o no les quiso contestar o no quiso terminar la encuesta.
Así que si usted sospechó que había gato encerrado en la encuesta de GEA-ISA, hizo bien.
Por eso mejor AMLO 2012.
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PD: Como seguramente los panistas-salinistas van a salir con la falacia (o felación, francamente) de que la izquierda descalifica las encuestas cuando no le favorecen, les tengo noticias: nosotros no descalificamos las encuestas cuando no nos favorecen. Lo hacemos cuando están mal hechas. Punto.
PD2: Le pregunté a Roy Campos si le creía a la encuesta de GEA-ISA. Me dijo que sólo cree en las encuesta que él hace.
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