miércoles, 7 de septiembre de 2011

Que los aspirantes presenten su Proyecto de Nación-- POLIMNIA ROMANA

El informe de gobierno que se supone presentaría Enrique Peña Nieto se convirtió en una producción de Televisa para relanzarlo como su candidato, por obvias razones.

En el discurso va el síntoma…

¿Qué quiso decir Peña Nieto al mencionar que lejos de condenar el pasado hay que mirar al futuro?

Esa frasecita les cayó del cielo a muchos de los aplaudidores ahí reunidos, que a estas alturas ya no quieran queso sino salir ilesos de la ratonera.

Eso está muy bien, señor Peña Nieto, hay que hacer un esfuerzo mayúsculo para que la gente, el pueblo olvidado, reprimido y ultrajado, no identifique por ningún motivo las causas ni a los causantes del desastre.

Lo mejor es seguir prometiendo y, sin un Proyecto definido, continuar la aventura de la improvisación. Según Peña Nieto ese es el mejor camino para recuperar la seguridad y perder el miedo, de ellos por supuesto. Un miedo atroz a ser, algún día, llamados a cuenta por el robo descarado a la nación.

Otra chulada de frase fue: “Que no haya confusiones: México tiene un claro proyecto que está contenido en su Constitución; lo que hace falta es un Estado eficaz que lo haga realidad, que lo lleve a la práctica y a la vida cotidiana de todos los mexicanos”, incluidos los mexiquenses que en estos momentos están bajo el agua y que han perdido el poco patrimonio que tenían.

Por eso Peña Nieto no quiere recordar el pasado pues justamente el PRI fue ineficaz para hacer realidad el contenido de la Constitución.

La Constitución es la Ley Suprema y no un Proyecto.

Decir que se IMPLEMENTARÁN medidas para esto o para aquello no define la ruta, los objetivos ni las acciones que van a tomar los que aspiran a ser candidatos. Si tuvieran un Proyecto Alternativo lo estarían difundiendo, en vez de derrochar dinero para aparentar conciliación y acuerdos entre las partes, en este caso las partes son PRI y PAN, sin incluir a los sectores mayoritarios del país, como los trabajadores, los jóvenes, los ciudadanos que se organizan para participar en política.

Otra aspirante que carece de Proyecto de Nación es la señora Josefina Vázquez Mota, saltimbanqui de cargos públicos con excelentes salarios y prestaciones. Bueno, ya no hablemos de un Proyecto de Nación, no tuvo un proyecto para Desarrollo Social ni para Educación. Vamos, ni siquiera pudo con doña Agripina de la triste memoria, motivo por el cual fue a dar a la coordinación de su bancada, impuesta seguramente por quienes ahora pretenden usarla para golpear al pobre Corderito que está a punto de ser devorado por el lobo.

En su bla, bla, bla, “periodistas” y comentaristas de la derecha incrustados en los medios de comunicación, con honrosas excepciones, no se atreven a decir que el único aspirante que cuenta con un Proyecto de Nación viable para salir del atolladero es Andrés Manuel López Obrador. Por eso entrevistan a los posibles aspirantes de la derecha, y al otro de la “izquierda”, sin mencionar la palabra PROYECTO, porque saben que no lo tienen y podrían levantar ámpulas.

Agradezco a quien ayer me felicitó por decir que el Proyecto de Nación que impulsa Andrés Manuel López Obrador es el mejor posicionado.

Hoy aclaro que es el único. Lo demás es continuismo, más de lo mismo para que todo siga igual y peor.

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