Uno de los factores por los que en este país no se acaban la corrupción y la impunidad es sin duda la debilidad de las instituciones encargadas de sancionar las faltas que cometen los funcionarios públicos. Así, cualquiera se atreve a violar la ley y a pasar por encima de la normatividad, total, no pasa nada.
La Secretaría de la Función Pública acaba de sancionar a tres funcionarios de Pemex Petroquímica que adquirieron tubos aletados a más del doble del costo real, lo cual representó una erogación de recursos públicos de 868 MIL DÓLARES, cuando el precio de mercado es de 429 MIL DÓLARES.
¿Saben cuál fue la sanción para estos corruptos?
A Carlos Reyes Osorio, ex subgerente de adquisiciones de la paraestatal, a Edilberto Ulloa Castillejos, superintendente de mantenimiento del complejo petroquímico Pajaritos (CPP), y a Luis Aldán Uscanga, jefe de departamento de mantenimiento de la planta Derivados Clorados II/III del CPP, se les destituyó e inhabilitó por 10 años, lapso en el que no podrán ocupar ningún cargo público para seguir robando, o sea que después de 10 años pueden volver como si nada.
Y a Víctor Manuel Carranza Rosaldo, ex superintendente de recursos materiales del CPP, sólo se le suspendió por un año.
¿Cómo no va a tener razón Andrés Manuel López Obrador al señalar que la corrupción y la impunidad son los grandes males que no permiten avances económicos ni sociales en el país?
Por eso, hay un gran entusiasmo por el resultado de las encuestas que definieron al candidato a la Presidencia que va a representar en 2012 a las fuerzas progresistas.
Justo el lunes pasado habló López Obrador, en su programa semanal, sobre la deshonestidad, la corrupción y la impunidad que instituyeron los gobiernos priistas y que los panistas siguieron al pie de la letra. Nada ha hecho más daño al país que la deshonestidad, por la que se llegó a los niveles más altos de pobreza y desigualdad.
En cambio, a los luchadores sociales, periodistas honestos, defensores de derechos humanos y de nuestros recursos naturales y de la tierra, el gobierno no sólo les ha impuesto condenas injustas sino que los ha golpeado, torturado y desaparecido. Ejemplos sobran.
Qué gusto, qué alegría para el pueblo de México confirmar que tenemos motivos para mantener viva la esperanza. El resultado de la encuesta para definir al candidato es como un vaso de agua fresca en medio del desierto.
Lo demás está en nuestras manos.
A trabajar duro en la promoción y defensa del voto.
Ya ganamos en 2006 y con más elementos podemos ganar en 2012. La actuación de la derecha y el desastre que ha provocado hacen que cada día se sumen más ciudadanos a la única opción que existe por el momento para lograr la transformación del país.
Fuera la corrupción y la impunidad.
Viva MORENA.
Viva Andrés Manuel López Obrador.
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