viernes, 18 de noviembre de 2011

Si AMLO llega a la presidencia... a temblar gacetilleros

De Gómez Leyva, yo creo que a nadie sorprende, él desde que encontró su estado de confort en el círculo rojo, si no recibe órdenes de la oficina de los pinos, por lo menos eso nos hace creer día con día


Más allá de mi simpatía inocultable por Andrés Manuel López Obrador, ahora que ya se ha consolidado como el próximo candidato de la izquierda mexicana (en singular aunque a algunos no les agrade el término), hay muchas circunstancias por las que me gustaría que ganara la presidencia de la República.
Por supuesto que la primera razón es para que este país se transforme desde los más recóndito de sus estructuras antes que nos lleve la fregada. Pero también para ver uno a uno, la cara que pondrían los periodistas y líderes de opinión que desde el 2006 se han empeñado en defenestrarlo del escenario político y hoy se han quedado con la boca abierta, al ver cómo Andrés Manuel sube a la esfera mediática de manera vertiginosa.
Por ejemplo, el periodista de los adjetivos: José Cárdenas. Le llamo el periodista de los adjetivos, porque todas sus noticias las acompaña de un calificativo a veces afortunado y la mayoría de las veces no tanto. Ayer escuché a este “periodista” decir, EL PELIGRO PARA MÉXICO DEL 2006, VIENE RECARGADO. Supongo que el señor Cárdenas se quedó con la idea de que AMLO es un peligro para México y lo peor es que lo sigue creyendo, porque su miopía periodística no le da para darse cuenta que quien resultó ser altamente peligroso fue otro, el que tiene ensangrentado y con un miedo profundo a los pobladores de este país.
De hecho, en más de una ocasión he escuchado como Cárdenas Vizcaíno lanza la piedra y oculta la mano. Es habitual que en su programa esté friegue y friegue a un político y cuando lo entrevista se comporta como toda una dama, siendo respetuoso y hasta sumiso con el político que minutos antes criticaba.
Bueno, el caso es que me gustaría que AMLO fuera presidente de México para ver cómo el periodista Pepe Cárdenas hablaría de él, qué calificativo le atribuiría; pero sobre todo para saber qué le diría a su colaborador el periodista Rafael Cardona (vocero del gobierno de Miguel de la Madrid) quien considera a AMLO el jefe de gobierno más torpe e inepto que ha tenido la ciudad de México. ¿Sería igual de provocador con AMLO presidente…? Digo, porque con Calderón no lo es…
Otros gacetilleros de la misma talla, son Gómez Leyva, Marín y Ricardo Alemán. A cualquiera de los tres les tocan el tema AMLO y de inmediato sacan toda su furia contenida. De Gómez Leyva, yo creo que a nadie sorprende, él desde que encontró su estado de confort en el círculo rojo, si no recibe órdenes de la oficina de los pinos, por lo menos eso nos hace creer día con día; además soy de la idea que Gómez Leyva cree que escribiendo con groserías y criticando todos los días a Aristegui ya tiene hecho su “periodismo crítico”.
Pero los que honestamente no entiendo es en qué momento perdimos a Carlos Marín y a Ricardo Alemán. No sé ustedes estimados lectores, pero yo recuerdo que hace años ambos eran excelentes periodistas. Carlos Marín era el reportero estrella de Proceso, muchos de sus reportajes eran indispensables para el entendimiento de la vida pública; pero algún tren pasó en su vida, que se subió y ahí adentro le hicieron un “cocowash” hasta dejarlo irreconocible. Hoy no solamente despotrica en contra de tuiteros y redes sociales, sino parece que está enemistado con la vida misma, todo lo que suene a AMLO o a la izquierda le causa un escozor tal, que no pierde la oportunidad para denigrar el trabajo de organizaciones sociales y causas justas. Y no se diga de los intelectuales que lo critican, recordemos la afrenta que sostuvo con el doctor Lorenzo Meyer al que llevó a los tribunales, terminando todo en un ridículo innecesario. ¿Qué haría Marín de llegar AMLO a la presidencia?
Ricardo Alemán es otro caso. Confieso que en su momento, digamos en su última etapa de La Jornada y primera en El Universal, lo llegué a considerar uno de los mejores columnistas del país. Alemán Alemán es un periodista con oficio y trayectoria, alguna vez lo vi trabajando los fines de semana en el edifico de la calle de Balderas, era minucioso, obsesivo y perfeccionista. Alguna ocasión lo buscamos un par de amigos, para pedirle orientación sobre una publicación que queríamos echar a andar, recuerdo que fue gentil en su trato. Pero al igual que a Marín, algo le pasó y cuando menos me di cuenta, ya era un periodista que repetía a pie juntillas el discurso del gobierno federal, en particular la arenga foxista; AMLO se convirtió en su sparring y a la fecha no se cansa de golpear un día sí y otro también.
Finalmente está el señor Ferríz de Con. Honestamente cuando lo escucho me doy unas divertidas de aquellas. De hecho recuerdo el video aquel donde pendejeó a un reportero de RCG Noticias, déjenme lo busco rápido en youtube…
Aquí esta: http://youtu.be/flck1BGadmI
Bueno, sigo… Ferríz de Con es un ganapán de primera, él va a dónde el viento del poder lo lleve. La fortuna heredada del padre provino de los priistas, recordemos tan sólo quién era el locutor oficial en los actos del priismo demagógico. Cuando llegó Fox, Feriz de Con se hizo foxista, cuando Calderón, calderonista, por eso, lo que más me entusiasma de llegar a ganar AMLO la presidencia de la República, es ver convertido al ingeniero Ferríz en amloísta... nada me resultaría más cómico que escucharlo todas las mañanas lamiendo las botas del presidente de izquierda…
En fin, que no le sigo porque la lista de lisonjeros es larga, pero de verdad… si AMLO llega a la grande, les diría: pónganse a temblar gacetilleros…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El libro “Crímenes Ocultos de López Obrador”
Se le olvida algo a Don Gómez Leyva… y a sus carroñeros.
Dice don Gómez Leyva que “…más allá de mi simpatía inocultable por Andrés Manuel López Obrador”, queda demostrado hoy en día, Cirito sigue siendo otro de los tantos amanuenses que tiene el payasito de Macuspana, porque bien recuerdo que allá a la mitad del sexenio espurio de Lopitos, fui objeto de ataques mesiánicamente innecesarios y de un escarnio que en realidad “no sabía dónde esconderme” debido a que todo México se enteró de un libro explosivo en contra de Manuel Andrés el cual firme con mi propio nombre, porque sabía que NO tenía ni porqué esconderme de nadie. Así fue. Utilizar un seudónimo era lo de menos, por ética me negué.
En esas fechas, incluso, pareciera que los perfeccionistas chayoteros del sexenio del Mesías, los que aún se dicen ser adalides de “opinión” electrónica y en el periodismo escrito -particularmente la dupla infernal compuesta por Ciro Gómez Leyva y Carlos Marín-, armaron un terrible mitote sobre el supuesto libelo “La Vida Prohibida de López Obrador”, que con el paso del tiempo hubo que reformar el título por el de “Crímenes Ocultos de López Obrador”.
A esos dos prófugos de la Red de Estibadores de la Merced –con el perdón de esos esforzados trabajadores que sudan el paliacate para ganarse la vida-, ya se les olvidó que gracias a ese texto que prácticamente fue repartido en la oscuridad y desde la clandestinidad, firmado por Blas A. Buendía, López Obrador no logró llegar a ser Presidente de la República.
Y como lo ha escrito la prensa nacional que López Orador va por la revancha. Ahora comprendo que ese compendio literario que lo han considerado como un Best Seller que “descansa en el sueño de los justos”, muy pronto lo veré en las principales librerías del país. Solo basta un poco de tiempo más.
Mucho se ha hablado de este tema. Incluso, he de señalar que López Obrador sigue en la necedad de convertirse en el “Hitler” mexicano en caso de llegar a ser Presidente de México, como lo dice el sinvergüenza de Don Gómez Leyva, al tachar de “cobardes montoneros” a todos nosotros los periodistas que no estamos de acuerdo en las prácticas deleznables en que siempre ha tropezado López Obrador…
Y que por suerte, no ha habido autoridad local o federal que lo meta a la cárcel en definitiva por, no solo para responder a los delitos que ha cometido en su larga carrera política-delictiva desde que estuvo en el PRI, toda vez que la PGR tiene bajo reserva cerca de 80 averiguaciones previas y ninguna, ¡NINGUNA!, la han ejercitado porque el Sistema de Gobierno reconoce en el tabasqueño que alguien tiene que hacer la talacha sucia y llevarle las contras de los gobiernos en turno.
Habré de imaginarme nada más que Don Gómez Leyva, como director general de Comunicación Social de la Presidencia de López Obrador, sería el que palomee la pronta desaparición de los periodistas incómodos, porque así se la juegan las ovejas que se transforman en tiranos una vez cuando llegan al poder.
Blas A. Buendía

Anónimo dijo...

segunda parte de Conejito Blas
Y como dirían muchos colegas -porque a Don Gómez Leyva le falta mucho talento ya que no es lo mismo leer mal las noticias y escribir pésimamente en Milenio Diario de donde es director su cómplice Carlos Marín, ambos facciosos-, si llega López a Palacio Nacional preferiría huir del país que me vio nacer, solicitando inmediatamente asilo político cuando menos en los Estados Unidos de Norteamérica, para salvaguardar la vida propia y la de mi familia.
He de confesar que en el libro “Crímenes Ocultos de López Obrador”, Segunda Edición, hago una apología de cómo sería el régimen de López Obrador: uno de los peores represores que tal vez, el del sexenio de Gustavo Díaz Ordaz se quedaría como una muestra de apocamiento, dentro de toda historia de los opresores institucionales.
López Obrador tendría todo, en primera instancia ordenaría la disolución anticonstitucional del Congreso, obligaría a sus condiscípulos derogar la Constitucional Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917; por ende, masacraría a los Diputados Federales y Senadores que no comulguen con sus ideas; y en el terreno de las ideas, Belisario Domínguez fallecería nuevamente por el bajuno imperio de los lopezobradoristas; enviaría al Patíbulo a miles de periodistas incómodos y a la misma sociedad –ya en la sedición-, al no aceptar la diatriba en ningún sentido.
Entrado en detalles, en el famoso “libelo” como así lo llamó el estibador ideológico y gasparín de Televisa –constructor de payasos, mentirosos y maromeros- (Carlos Marín), calificó a su autor como “Blas un patético Gatillero”, a quien no bajó de “pobre diablo”. (Enhorabuena)
El tiempo me ha dado la razón. En lo particular y sin que me lo demandara algún grupo subversivo, por iniciativa propia y con mi profundo sentido periodístico, me di a la tarea de construir el famoso “libelo”, el cual afortunadamente logré difundirlo a través de los ataques publicitarios. Tal vez podría agradecer a esos impostores de las letras que se haya dado a conocer la existencia de este libro, porque de lo contrario hubiera sido difícil colocarlo en el interés de los lectores.
Pero la aventura no termina ahí. Acudí a promoverlo en varias casas Editoriales de prestigio internacional, como Diana, Océano, Edamex y Porrúa, y todos ellos coincidieron que “no había autorización para su edición” porque “esa no era la línea editorial de la compañía”.
Proseguí en la lucha. Me entrevisté con políticos de alto nivel, y todos, TODOS, parecía que pertenecen a una misma monstruosa placenta mafiosa saturada de complicidades, ya que detecté que unos a otros se autoprotegen, haciendo gala a la complicidad y protegidos por la opacidad inicua.
Muchos políticos vieron ese trabajo periodístico de investigación con asombro, que tal vez por la esperanza, opté por acercarme a entrevistarme con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, pero ¡ah!, sorpresa, no se comprometió en nada.
Con Carlos Navarrete, coordinador del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado de la República, externó su complacencia por este trabajo, pero argumentó: “…Pero cómo quieres que te apoye si nos estás tirando duro. Reconozco tú valor, pero ‘por el momento’ no puedo. Nos estás pegando”.
Blas A. Buendía

Anónimo dijo...

Tercera parte de Conejito Blas
Con Obdulio Ávila Mayo, presidente del PAN en el DF, y de quien, cuando era diputado federal en la LX legislatura de la Cámara de Diputados le solicité que me escribiera el prólogo del libro “Crímenes Ocultos de López Obrador”, accedió. Es un prólogo inédito, como inédito también lo está la Segunda Edición de este “libelo”, cuya primera edición fue censurada por el Gobierno de Andrés Manuel porque iba a ser difundido y vendido a diez pesos, en el Sistema de Transporte colectivo-Metro de la ciudad de México.
Pensé que correría con suerte para frenar la loca carrera política de Andrés Manuel que tiene una obstinación por la Presidencia de la República, pero los intentos se vieron mermados porque Obdulio claramente fue honesto: “No puedo apoyarte. El tema de Andrés Manuel ya está desfasado (¿?)”.
Así que agarré mi libro, me lo puse bajo el brazo y comencé a caminar, con la frente en alto, por calles y avenidas de la colonia Roma, donde se encuentran las oficinas del PAN-DF; pensé: “Ni hablar. Me queda claro que existe una gran complicidad entre los políticos porque su pelea es el botín que representa el Erario federal”.
“El que no persevera no alcanza”, dice el dicho, opté por localizar al último eslabón financiero que podría interesarle ya que fue víctima de Andrés Manuel López Obrador, quien equivocadamente construyó a un potencial enemigo y su primer “preso político” de su administración.
Al igual que todos los anteriores actores, encontré el rechazo del empresario argentino Carlos Agustín Ahumada Kurtz, quien a través de un correo electrónico solo manifestó su agradecimiento y el interés de seguir llevando a cabo la investigación de este reportero.
De esta investigación general en la que me desempeñé por más de 10 años, cada día que salía al campo de la investigación periodística, hallé caminos que logré compilar y escribir cientos de cuartillas, que conforme a ello, surgieron otros interesantes libros (inéditos), es decir, en primer instancia el de “Crímenes Ocultos de López Obrador”, “Rosario Robles, prototipo de insaciable corrupción”, “El PRD, el globo de oro de la Kakistocracia”, y otros ensayos.
Así que Don Gómez Leyva no me venga con el cuento abyecto de amenazar a todos nosotros los periodistas incómodos que aprensivamente ha calificado como “cobardes montoneros”, y todavía tiene el descaro y cinismo de lanzarse como el borras, una seria amenaza criminal en el sentido de que deberán ponerse “a temblar gacetilleros”…
Porque usted mi estimado caballero, es el prototipo de farsantes que aprovechan la oscuridad para enriquecerse ilícitamente como un “muñeco diabólico” porque con sus hirientes observaciones, solo nos hacen pensar que es el principal entreguista pintarrayas del tabasqueño. ¿Qué pasaría si usted, Don Gómez Leyva, fuera el Vocero Oficial del Señor Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador? ¿Con quién de todos empezaría? ¿Los mandaría a apresar y torturar física y psicológicamente como una medida “ejemplar” para amordazar el talento de periodistas con carrera?
¿López Obrador pasaría a ser el segundo emperador de la tortura de América Latina, después del venezolano Hugo Chávez? ¿Sus actos arbitrarios serían de lesa humanidad? ¿Su injusticia sería con la aplicación del pensamiento liberal juarista?

Atentamente

Blas A. Buendía
Reportero, periodista y escritor mexicano
blasalejo0@gmail.com
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blasalejo@hotmail.com