La más reciente medición de la agencia Mito-fsky nos revela algo más que la popularidad o el rechazo de los encuestados a los personajes que pretenden dirigir este país. Nos descubren con terrífica maldad que los mexicanos han perdido el sentido de la vergüenza, que no tienen memoria o simplemente han caído en un estado de estupidez tal, que niegan su realidad.
Nos referimos, desde luego, a esa encuesta en la que la candidata de la derecha, Josefina Vázquez Mota, trepa en la escala de las preferencias, según Mito-fsky, como si su pertenencia a los dos últimos gobiernos federales –con todo lo que esto significa para México– no hubiera existido y ella, Vázquez Mota, fuera la abanderada de las causas más sensibles para la población, y no la representante del PAN, el partido de donde provienen quienes más daño han causado al país en los últimos años.
Según los encuestadores, entonces, la memoria ha muerto junto con la historia, y cualquier vivencia, actual o pasada, mata todos los datos que deberían alimentar la reflexión. Los niveles de pobreza se elevaron como sólo puede impulsarlos el PRI: hay 28 millones de mexicanos en pobreza alimentaria; en dos años la cifra se incrementó en 4.2 millones. Hay 14 millones de trabajadores en la economía informal; en el 2011 la calle empleó a más de un millón y medio de mexicanos. La deuda pública creció 168 por ciento en los 11 años de gobiernos panistas. En este sexenio, es decir con Calderón, la deuda de Pemex crecerá 13 mil millones dólares, y se han importado 110 mil millones de dólares en gasolinas.
A todo esto se debe sumar el dolor de todo el país que sabe y siente la muerte de más 50 mil personas en lo que va de la guerra de Calderón. En fin, nadie en su sano juicio podría permitirse decir que a México le ha ido bien pintado de azul, como le fue mal en los gobiernos del PRI.
Pero todo esto no cuenta para quienes contestan a los cuestionamientos de las encuestas y no ven en Vázquez Mota a la compañera de las desgracias del país, sino a la señora de la sonrisa congelada que promete seguir con lo que hasta la fecha ha hecho Felipe Calderón, y eso, todo eso, no está en la memoria de los encuestados, nadie lo recuerda, nadie parece saber los porqués de la miseria, de la violencia, de la entrega del país a intereses de las grandes corporaciones nacionales, y principalmente extrajeras.
Afortunadamente en el DF parece que la memoria no ha sido traicionada, y cuando menos aquí el crecimiento de las simpatías por la señora Vázquez Mota no va de acuerdo con los resultados que dicen tener las encuestas a nivel nacional, pese a las campañas mediáticas que ahora le han encontrado multitud de virtudes a la representante de la derecha, como la calificó un diario español.
¿Será que nadie se enteró de que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) puso a México al nivel de Estados Unidos, Chile, Israel y Portugal, en lo que hace a mayor desigualdad, y por tercer año consecutivo se le consideró muy desigual, y por eso una de las más importantes funcionarias de la administración Calderón logra simpatías sin mayores puntos negativos?
Eso es difícil de creer, y si es así, entonces el país no tiene remedio.
De pasadita
En el PRD siguen los palos de ciego. La imposición de Mauricio Toledo como candidato a la jefatura delegacional ha causado un rechazo casi generalizado en Coyoacán, tanto o más, imagínese usted, que la idea funesta de llevar al Senado a la ex gobernadora de Zacatecas, Amalia García. La verdad es que así cualquiera pierde una elección, y el sol azteca parece hacer todo lo posible por lograrlo. Por eso en Coyoacán ya hay quienes dicen a gritos: Bienvenida, María de los Ángeles Moreno. ¡Cuás!
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