Enrique Peña Nieto no supo qué decir cuando le preguntaron por las acusaciones de narco que se hicieron en Estados Unidos contra el ex gobernador priista de Tamaulipas, Tomás Yarrington, y se limitó a repetir el guión que ya había usado hace unos días: que el gobierno mexicano está desprestigiando al PRI.
Esto a pesar de que las acusaciones contra Yarrington —de haber recibido dinero del Cártel del Golfo y de los Zetas— no vienen del gobierno federal mexicano, sino de una acusación de la DEA en una corte de Texas.
De acuerdo con Reforma, cuando se le preguntó el día de hoy a Peña Nieto sobre sobre el tema de las acusaciones de la DEA contra Yarrington, Peña Nieto respondió que existe una campaña del gobierno federal para desprestigiar al PRI en el extranjero, particularmente en EU. Declaró:
"Ha habido comentarios de personajes en Estados Unidos que nos dicen que ahí hay presencia de funcionarios del Gobierno Federal quienes de forma reiterada han señalado que de llegar el PRI al Gobierno podría haber algún pacto. No hay más que una campaña orquestada por el Gobierno federal en contra del PRI".
Sin embargo, la acusación no es del gobierno federal mexicano, sino de la DEA en base a 4 testimonios de testigos protegidos.
La declaración de Peña Nieto es idéntica la que hizo el miércoles 8 de febrero por la tarde. De acuerdo con El Universal, Peña Nieto declaró:
"Pues a veces me parece más que está en el ánimo del gobierno y del partido en el gobierno, específicamente en el gobierno, a veces como señalo, la sospecha que despierta a partir de los señalamientos en materia de procuración de justicia, pareciera que también hay un ánimo por desprestigiar al partido, especialmente, fuera de nuestras fronteras".
Ese mismo día fue arrestado en Texas Antonio Peña Argüelles, acusado de lavado de dinero del narco por la DEA y de ser el enlace para lavado de dinero entre Tomás Yarrington, el Cártel del Golfo y los Zetas.
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