jueves, 2 de febrero de 2012

Repudia apoyo legislativo a represores

A raíz de la muerte de Miguel Nazar Haro, muchos son los lamentos por la ominosa impunidad que lo arropó hasta el final de su vida.

Sin embargo, pocos recuerdan que esa impunidad, también en el caso de Luis Echeverría Álvarez, tuvo el ingrediente de la simulación legalizada por las reformas al Código Penal Federal, que además del privilegio de enfrentar el juicio bajo arraigo domiciliario, otorgó el beneficio de que una vez dictada la sentencia ejecutoriada (lo que nunca sucedió), la pena podría haberse sustituido por medida de seguridad a juicio del juez o tribunal que la imponga o a petición de parte. En otras palabras: trato de terciopelo para los responsables de los crímenes de Estado.

Tampoco se recuerda que fue el PT quien presentó la iniciativa en diciembre de 2003 y que fueron todos los partidos, sí todos, incluyendo el PRD, quienes la aprobaron por consenso. La votación en la Cámara de Diputados (6 de abril de 2004) sumó 433 votos a favor, de los cuales 88 fueron del PRD. La votación en el Senado (28 de abril de 2004) fue de 67 votos a favor, 0 en contra.

En aquel entonces me pregunté con rabia y con tristeza, ¿por qué la totalidad de los legisladores del PRD apoyaron esos privilegios para los represores? Hoy me lo pregunto de nuevo.

Rosa Albina Garavito Elías

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