martes, 2 de junio de 2009

CAMPOS ELISEOS. ---KATIA D'ARTIGUES---


Las “jaladas” de Gómez Mont
Operativos bíblicos





¿Será tan temporal mi empleo? (Foto: MIGUEL ESPINOSA / EL UNIVERSAL)




Lo dijo Fernando Gómez Mont, secretario de Gobernación, en apenas la segunda rueda de prensa que da en el cargo. Importante hablar, y en domingo de futbol (como recordó), sobre la polémica que sigue provocando el Michoacanazo:

—Es importante decir algo: que nadie se jale la marca. Estos operativos son en defensa de todos los partidos, como instituciones fundamentales para la vida democrática del país.

¿Se jale qué? Un amigo que trabaja en Deportes me explicó: jalar la marca, básicamente, es hacer una maniobra distractora. Así se pone la atención sobre un jugador al que no le van a mandar el pase, mientras otro que anda por ahí queda solo, “desmarcado”… y en privilegiado lugar para recibir el pase y tirar a gol.

Ahora mal, la pregunta a replantear sería: ¿quién finta a quién?

¿El gobierno federal a la ciudadanía haciendo creer que va al fondo en el combate a la delincuencia para ganar popularidad y por lo tanto votos rumbo al 5 de julio?

U otra opción: ¿O fintan los gobiernos afectados, estatales y municipales, al decir que son chivos expiatorios electorales cuando en realidad quieren ocultar su ineficacia o parte de responsabilidad en el problema?

Es decir: ¿Quién se la jala más (la marca, claro)?

No es la única similitud que se puede trazar entre la política y el futbol.

En ambos lados hay patadas, árbitros cuestionados. Fichajes y cambios de camiseta: si a un jugador no le dan chance en su equipo, igual se va con el acérrimo rival.

Hay directores técnicos/líderes de partido que son considerados mesías… hasta que llegue la próxima elección. En ambos lugares las derrotas son huérfanas o son culpa del árbitro… o del tribunal.

Todos acusan “fuera de lugar”; queda claro en ambos que es necesario dominar. Hay elecciones, como la de 2006, que se definió en una muerte súbita cuyo gol fue anotado apenas pasando el arco por 0.54%, digo, centímetros… Ni qué decir de “la ley de la ventaja” o de que los políticos seguido se meten “autogoles”…

Y la afición. Hay verdaderos hinchas (voto duro) o de plano pertenecientes a una “barra” (voto rudo). Otros que son villamelones y apuestan según va el juego. Eso sí, en política, un creciente número no va a los “partidos” (ni a las instituciones ni a las elecciones).

¿Se le ocurren ejemplos?


Bíblico anda el gobernador Natividad González Parás. Ante la amenaza —no anunciada, pero presente— de que en su estado se haga un operativo similar al de Michoacán, realizó un operativo con la secretaría de la Defensa Nacional. El objetivo: cumplir 70 órdenes de aprehensión contra de policías locales, quienes brindarían protección al narco.

Parece que aplicó el Evangelio según San Mateo, capítulo 18, versículos 7-8. Aquí la adaptación literaria con addendum a tiempos actuales:

“Natividad respondió a sus discípulos, mirándoles fíjamente a los ojos: ¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Es inevitable que existan, pero ¡ay de aquel que los causa!

“Si tu mano o tu pie son para ti ocasión de pecado, córtalos y arrójalos lejos de ti, porque más te vale entrar en la vida manco o lisiado, que ser arrojado con tus dos manos o tus dos pies en el fuego eterno” (traducción: a Almoloya)

Addendum al versículo actualizado a estos tiempos: “Mejor es el fuero político que el fuego del infierno”.


Se detuvo el motor de la compañía automotriz más grande del mundo. General Motors se declaró en bancarrota en medio de la crisis económica mundial. El gobierno estadounidense entra a su salvación y compra 60%. Según cálculos, las deudas de la empresa son de casi 173 mil millones de dólares.


Ellos lo dijeron:

—Hacemos una invitación a los políticos de otros partidos, candidatos, dirigentes y ejecutivos de todos los niveles, a mostrar congruencia personal y salir del clóset, pese a que, sabemos, los partidos intentarán deslindarse de ellos: mensaje de candidatos a diputados del PSD a la clase política en general.


Un periodista, y de izquierda, al poder. Desde ayer, Mauricio Funes es el presidente de El Salvador. Es el primero en derrotar a la Alianza Republicana Nacionalista tras 20 años en el poder.

Educado en escuelas jesuitas, llega a la Presidencia con la bandera del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional. Tiene 81% de aprobación y, al parecer, con todo el apoyo del bloque de izquierdas de Sudamérica. Está en sus terceras nupcias y tiene cinco hijos.


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