Que el presidente Felipe Calderón grabó ayer un programa de televisión de una hora llamado Diálogo ciudadano, que estará “a disposición de los medios” para que se transmita este domingo a las ocho de la noche.
El formato, conocido en la televisión estadunidense como town hall, mostrará al mandatario respondiendo de manera directa preguntas de ciudadanos de diferentes regiones del país.
Desde Los Pinos dicen que se trata de un espacio para “intercambiar puntos de vista y explorar juntos, sociedad y gobierno, las visiones y acciones para construir el México ganador que todos queremos”.
Que en la conferencia de prensa que dieron el actor Diego Luna y Javier Sicilia para anunciar la campaña “Alto al contrabando de armas”, el número de reporteros de espectáculos quintuplicó a los de asuntos políticos.
Al finalizar la conferencia, el poeta se puso su sombrero y salió sin mayor problema del auditorio, mientras que al actor y productor de cine lo retuvieron por 30 minutos alrededor de 25 reporteros con preguntas como “¿interpretarás a Sicilia en tu próxima película?”
Verbo no siempre mata carita.
Que el método para reducir el número de aspirantes a la candidatura presidencial del PAN sigue atorado en las oficinas de la dirigencia nacional de ese partido, que encabeza Gustavo Enrique Madero.
Hasta el momento sólo se ha realizado una reunión con los representantes de los aspirantes y no existe ninguna propuesta concreta en la mesa para adelgazar la lista.
Por lo pronto, este domingo el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, será prácticamente relanzado en un acto organizado por el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva. Se espera la asistencia de unos 30 mil panistas en el Polyforum del Centro de Convenciones de León.
Que Jesús Ortega dio su brazo a torcer y cerró filas en apoyo a Carlos Navarrete como aspirante a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
En un acto con la estructura nacional de Nueva Izquierda, el ex dirigente aceptó bajarse, luego de que hace un mes levantó la mano, e incluso hasta se había distanciado del coordinador de los senadores perredistas, que también es de corazón chucho.
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