El pasado mes de junio, la UNAM organizó un Congreso Internacional sobre Seguridad y Justicia en Democracia, y nombró una comisión de universitarios para elaborar una serie de postulados basados en las conclusiones obtenidas en el Congreso, que serán presentadas ante los tres poderes de la unión el próximo lunes 8 de agosto.
En las principales demandas existe una gran coincidencia entre la máxima casa de estudios y las organizaciones civiles preocupadas por la inseguridad y la violencia desatadas en los últimos años.
Por orden de importancia están:
- El inminente retiro del Ejército de las tareas de las labores de seguridad, esto es el regreso de los soldados a sus cuarteles.
- Atacar las arcas económicas del crimen organizado combatiendo el lavado de dinero y la complicidad de funcionarios públicos de alto nivel.
- Capacitación de las corporaciones estatales de seguridad.
- Impulsar oportunidades de desarrollo y empleo para los jóvenes.
La contribución de la UNAM en materia de seguridad nacional revela su compromiso con la sociedad civil que está sufriendo las consecuencias de una estrategia errada que sólo ha provocado sufrimiento y temor en la población, y que poco ha hecho para disminuir las actividades delictivas y de narcotráfico, pues lejos de ser menguadas se han fortalecido.
La UNAM se niega a avalar que el Estado combata los ilícitos cometiendo otros delitos, como la violación a los derechos y las garantías individuales y el establecimiento de una versión falsa de los resultados de la guerra emprendida por Calderón en 2006, sin consultar a nadie y siguiendo la línea que exigió Washington.
Una vez más nuestra querida Universidad Nacional Autónoma de México da una muestra a la sociedad de su alto sentido humanista y contribuye, como ocurrió ante la intención de privatizar el petróleo, con elementos de juicio respaldados por especialistas y profesionistas en la materia.
Lo que nos toca a nosotros como sociedad civil consciente y organizada es corresponder también con el compromiso de velar por el establecimiento de una PAZ duradera que redunde en el mejoramiento del tejido social, desgarrado por la imposición de la política neoliberal instalada en México hace más de 29 años.
Los levantadedos del PRI, PAN, PVEM y PRD-chucho, que se dicen representantes populares, están obligados a recibir los 30 postulados emitidos por la UNAM y respetarlos.
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