El día de ayer se aprobó por parte de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Verde Ecologista de México (PVEM) la minuta de la Ley de Seguridad Nacional, que originalmente envió el Senado de la República, y de esta forma se tiene el documento que será empleado como base para elaborar el dictamen que será presentado al pleno de la Cámara en el próximo periodo ordinario de sesiones.
El Partido del Trabajo, como ya se está haciendo costumbre, fue el único en rechazar los términos del dictamen. El diputado Enrique Ibarra, que es el único integrante de la comisión por parte de este partido, así como Porfirio Muñoz Ledo y Teresa Guadalupe Reyes argumentaron sobre la peligrosidad de esta ley en los términos en que se encuentra el documento.
Me permito sintetizar, en forma breve, los puntos que a mi parecer son los más importantes que se han aprobado en este dictamen:
En la reforma que se propone, se faculta al presidente (léase entrecomillado, subrayado y con paréntesis el nombre de Felipe Calderón Hinojosa en este espacio) y en su caso a sus sucesores, para que dispongan de las Fuerzas Armadas para prevenir o hacer frente a los a cualquier acto que amenacen la integridad, la estabilidad o la permanencia del país, manejados como:
Riesgo: Contingencia o proximidad de un daño o circunstancia que puedan causar afectaciones parciales o totales.
Amenaza: Los actos que por sus características afectan, total o parcialmente, la Seguridad Nacional.
La información sobre estos obstáculos sólo podrá ser recabada, compilada, procesada y diseminada con fines de seguridad nacional por las Secretarías de Gobernación, de la Defensa Nacional y de Marina, la Fuerza Armada permanente y demás instancias competentes, conforme a las disposiciones aplicables.
Al tratarse de trabajos de inteligencia y contrainteligencia, las secretarías antes mencionadas, así como la Fuerza Armada permanente y demás involucradas, pueden hacer uso de cualquier método de recolección. En este punto se especifica que no se debe afectar en ningún caso los derechos humanos, pero es de todos sabido que con “cualquier método de recolección” se está avalando métodos tan barbáricos como la tortura, por la mala redacción y ambigüedad de la reforma.
Como complemento, para obtener la información sobre los obstáculos ya mencionados, el gobierno puede hacer uso de los recursos legales a su alcance, tales como la información anónima, operaciones de inteligencia y contrainteligencia.
Una de estas formas de recopilación de información es la intervención de comunicaciones privadas, esto cubre desde el monitoreo y la grabación por parte de las autoridades legalmente facultadas, previa autorización judicial. Pero si el poder judicial es uno de los poderes que necesita urgente reforma de raíz ¿no sería posible pensar en un gran problema de autorizaciones judiciales al vapor, violatorias de derechos humanos
Si los obstáculos que enfrenta el país son de tal magnitud que requieran la adopción de medidas urgentes, el presidente podrá ordenar las acciones necesarias, utilizando todos los recursos de los que disponga hasta que se reúna el Consejo de Seguridad Nacional para revisar y analizar la situación (en otras palabras, mientras eso pasa, habemus estado de sitio nacional).
En todas las operaciones en las que participen de manera conjunta la Fuerza Armada Permanente y los servidores público de las instituciones de seguridad pública, serán los últimos los responsables de hacer del conocimiento de la autoridad competente los hechos posiblemente constitutivos de delitos, proporcionando todos los daos que posean y poniendo a su disposición a los inculpados, si es que fueron detenidos.
Esta ley de Seguridad Nacional está muy lejos de ser la bandera de las causas progresistas y de los grupos que buscan mayor respeto a los derechos humanos, por poner un ejemplo, la minuta aprobada no contiene ni una sola de las peticiones que Javier Sicilia realizó junto con el movimiento que encabeza.
No todo está finiquitado, contrario al proceso legislativo ordinario, en vez de aprobar el dictamen en lo general, lo que sucedió fue una reserva en lo particular, lo cual nos deja con el problema de que ahora que todos los artículos han sido reservados, el dictamen puede ser modificado en sus aspectos más peligrosos, reduciéndolos o eliminándolos o puede modificarse para hacerlos aún más profundos, ya que las reservas fueron hechas por diferentes partidos, con diferentes intereses.
Se continúa de esta forma la discusión de una ley que permitirá que los poderes que hoy ya oprimen los derechos humanos en diversos lugares de la República, los hagan a nivel nacional y de forma ridículamente legal.
Con el primer eslabón, se forja la cadena. El primer discurso censurado, el primer pensamiento prohibido, la primera libertad negada nos encadena a todos, irrevocablemente. La primera vez que la libertad de un hombre es pisoteada, todos somos dañados.
Estamos presenciando la construcción de la peor cadena que se ha forjado en los últimos tiempos en contra del pueblo mexicano.
Comparto, como información adicional los enlaces al dictamen aprobado (y reservado, recordemos), así como a un cuadro comparativo de dicha ley.
No hay comentarios:
Publicar un comentario