No es nuevo para nadie que los feminicidios en Chihuahua lejos de disminuir hayan aumentado, en lo que va del mes han muerto 15 mujeres de manera inexplicable sin que las que se dicen "autoridades", tanto federales como estatales, hagan nada para esclarecer y combatir este flagelo.
Cuando recién aparecieron mujeres muertas en esa entidad, que habían sido además abusadas sexualmente, el entonces gobernador PANISTA, Francisco Barrio, atribuía los decesos a las mismas víctimas debido a su forma de vida, en pocas palabras: se lo merecían, ellas eran las responsables de su propia muerte.
Desde entonces y hasta la fecha no se han investigado ni perseguido esos delitos, total, se trata de mujeres devaluadas por las autoridades y por la misma sociedad que no se ha manifestado lo suficiente para exigir que se esclarezcan tantas muertes y se ponga fin al sufrimiento que nos alcanza a todos.
Junto con el aumento de feminicidios creció la impunidad por obvias razones, y eso es lo lamentable no sólo para los deudos sino para el país entero.
Priístas y panistas encaminaron sus baterías a seguir el juego perverso de combatir al narco y al crimen organizado, bueno, esa es la idea que han vendido a la población para justificar una guerra que no ha logrado disminuir el consumo ni el tráfico de drogas hacia el vecino país del norte, y tampoco ha repercutido en las finanzas de los llamados criminales y narcotraficantes; se olvidaron de los feminicidios y los incluyeron en el costal de esta guerra de sangre que baña al país.
Con el PAN y con el PRI lo único que ha cambiado es que ahora ya no se responsabiliza a las víctimas por su "vida ligera", ahora resulta que las matan porque tienen nexos con el narco.
Luz Estela Castro, directora del Centro de Derechos para la Mujer A.C., organización no gubernamental, denunció que el actual gobernador PRIÍSTA, César Duarte Jáquez, y la secretaria de gobierno, Graciela Ortiz, de quien depende directamente el Centro de Justicia para las Mujeres, han dejado sin recursos ni capacitación a este organismo, cuya creación fue un anhelo y una demanda de las organizaciones civiles, y no permiten que opere correctamente para analizar a fondo el fenómeno de violencia hacia las mujeres, y atenderlo, prevenirlo y erradicarlo. Agregó que las cifras de mujeres asesinadas o ultrajadas pasan inadvertidas para las comisiones de Feminicidio y de Equidad y Género del Congreso local, que se han dedicado a avalar las propuestas de reformas legislativas enviadas por el gobernador para endurecer penas y desmantelar el sistema de justicia penal acusatorio y descalificar a las ONG porque no están de acuerdo con sus políticas.
Luz Estela Castro se ha puesto la camiseta que debemos ponernos TODAS, y apremió a las autoridades estatales y federales, así como a las comisiones Nacional y Estatal de Derechos Humanos, a declarar la ALERTA DE GÉNERO en Chihuahua.
¿Cuántas compatriotas más tienen que perecer para que reaccionemos?
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