Voy a confesar, lo que ya es un secreto a voces:
Tengo mucha, muchísima (tanta que creo que medio molesta a Federico Arreola) simpatía e incluso admiración hacia el Lic. Martí Batres Guadarrama, sí, el Martí Batres que ayer en un arranque de berrinche Marcelo Ebrard destituyó de la Secretaría de Desarrollo Social.
Su pecado: Al ser una personalidad de la política mexicana, su posición, que miles compartimos, acerca de el saludo y la foto de Marcelo Ebrard y Felipe Calderón trascendió en los medios...y era que el Sr. Ebrard de alguna manera mostró deslealtad no hacia Andrés Manuel López Obrador sino a la gente con la que luchamos desde el 2006 una lucha producto del fraude electoral en las elecciones presidenciales de ese mismo año...es decir, dijo lo que miles hemos dicho y de paso ejerció su libertad de expresión.
Con el saludo y la foto, Ebrard reconoce a Felipe Calderón...y Martí al criticarle es congruente con lo que cree y es leal al proyecto que apoya.
En términos de efectividad esta destitución es incomprensible pues la Secretaría de Desarrollo Social, al frente de Martí Batres es de las que más y mejor ha rendido en todo el GDF:
1er. Lugar en Transparencia.
1er. Lugar de uno de los programas de dicha secretaría en premios internacionales (Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial).
Una de las secretarías más reconocidas entre los habitantes del Distrito Federal.
Ha cumplido con las metas establecidas.
Entre otras tantas cosas.
No es secreto que Batres era el secretario incómodo... para Marcelo, puesto que como lo he dicho reiteradamente era quien más le daba la imagen, a través de los programas de su secretaría, de izquierda al Gobierno del Distrito Federal; siendo que el señor Ebrard, para mí, es de derecha.
Ahora el señor Ebrard ha mostrado su cara de priísta de vieja cepa, su congruencia al ser intolerante e incongruente con las ideas de la izquierda, por lo cual ahora tiene menos posibilidades todavía de ser el abanderado de la izquierda a la Presidencia de la República no sólo en el 2012...sino en el resto de su vida.
En cuanto a Martí Batres, creo que esto le beneficiará, podrá concentrarse en el Movimiento por la Cuarta Transformación de la Ciudad de México y en la promoción de los 50 puntos que propone para la Ciudad...y eventualmente, si quiere, podrá ser el próximo Jefe de Gobierno (va bastante bien en las encuestas y tiene gran poder de convocatoria) de la Ciudad de México, o del Distrito Federal (como cada quien le llame) pero ese ya es tema para otra columna.
El señor Ebrard tiene que dar la cara frente a la ciudadanía sobre las razones por las cuales destituyó a Martí Batres pues al momento de escribir esta columna no las había dado.
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