Que para atizar el fuego del conflicto entre las tribus perredistas por la elección de consejeros, integrantes de la planilla 22 —es decir, chuchos y aliados de Marcelo Ebrard— planeaban inundar ayer la Ciudad de México con mantas que exhibían una fotografía de René Bejarano embolsándose billetes, tomada de los famosos videos de Carlos Ahumada.
Como la operación no prosperó, la pregunta es si alguien mandó pararla o simplemente la aplazaron unos días.
Que cuando Santiago Creel, aspirante a la candidatura presidencial del PAN, presumió que sí sabe de equinos para advertir que “ese caballo no gana”, refiriéndose al repunte en las encuestas de Ernesto Cordero, hablaba en serio.
Tanto, que el senador con licencia aprovechará su viaje a Jalisco este jueves para visitar a sus amigos que compiten en pruebas ecuestres en los Juegos Panamericanos y el sábado estará presente en la final de estas competencias.
Ya después se reunirá con simpatizantes y con el gobernador y ex candidato a la candidatura panista, Emilio González Márquez.
Que a pesar de que la invitación a la ceremonia para la entrega de la medalla Belisario Domínguez a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano indicaba que, aprovechando el viaje, los senadores se quedarían en el salón de plenos de la vieja sede de Xicoténcatl para discutir el paquete presupuestal, todavía por la tarde los encargados de logística valoraban la conveniencia de llevar a cabo la sesión ahí, porque el inmueble ya no cuenta con la infraestructura para tal efecto.
Finalmente decidieron que sí. No vaya a ser que le llueva mañana a la nueva sede y no se puedan ir de puente.
Que el presidente Felipe Calderón tuvo un gran recibimiento en el puerto de Acapulco, adonde acudió para obtener una evaluación del operativo Guerrero Seguro, pues a lo largo del bulevar de las Naciones se apostaron cientos de niños, jóvenes, adultos y ancianos con pancartas de bienvenida. Incluso, decenas de taxistas orillaron sus unidades con mantas de agradecimiento por el apoyo recibido en materia de seguridad.
Salió tan bien que ni parecía espontáneo.
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